'The old man and the gun': el coherente testamento de Robert Redford

Puede que si le presentan de aquí dos años un buen proyecto, Robert Redford vuelva a actuar, como ha hecho Daniel Day-Lewis en dos ocasiones. Pero 'The old mand and the gun' es un testamento cinematográfico con todas las de la ley, un filme agradablemente crepuscular (por personaje, un anciano atracador de bancos que se fugó varias veces de la cárcel, y por tono), entre dramático e irónico, en el que incluso se reproducen imágenes de antiguos títulos del actor como 'La jauría humana'.

La película representa también un bonito juego de espejos entre distintos modelos de cine independiente a lo largo de las últimas décadas. Redford ha sido un emblema para los diretores independientes a través de Sundance Film Institute, el organismo que creó en los 80 para ayudar a nuevos directores a desarrollar sus proyectos. En sus dependencias trabajó Monte Hellman, y en una de las secuencias de he old man and the gun'. Redford ve en un cine 'Carretera asfaltada en dos direcciones', título icónico del cine independiente de los 70 realizado por Hellman. Su compañera de reparto, Sissy Spacek, protagonizó otro gran filme indie de los 70 ('Malas tierras'), y David Lowery dirigió uno de los mejores de 2017 ('A ghost story'). Todo es muy coherente. Redford se despide con calma y rodeado de gente que piensa el cine como él.