LA CITA MUSICAL DEL FÒRUM

Rosalía y J Balvin, en el revolucionario cartel paritario del Primavera Sound 2019

El festival se vuelca en la música urbana, sin dejar de programar reclamos del rock y el pop como Suede, Interpol y Tame Impala

Rosalía, durante la actuación en la 25ª edición de los Europe Music Awards (EMAs) de la MTV, que se han celebrado en Bilbao el 4 de noviembre del 2018

Rosalía, durante la actuación en la 25ª edición de los Europe Music Awards (EMAs) de la MTV, que se han celebrado en Bilbao el 4 de noviembre del 2018 / periodico

Jordi Bianciotto

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El año pasado ya se mascaba el giro y este año se confirma: el Primavera Sound consumará en su edición del 2019 (del 30 de mayo al 1 de junio en el Parc del Fòrum) el vuelco hacia la música urbana, afroamericana pero también latina y autóctona, con un cartel en el que destaca nada menos que una estrella del reggaeton, el colombiano J Balvin, así como las figuras del r’n’b Solange y Erykah Badu, los raperos Future, Nas y Cardi B, y la neoflamenca Rosalía. Refuerza la apuesta por estos géneros un nuevo escenario por el que desfilarán 18 artistas seleccionados por el trapero Yung Beef, otro punto caliente de un Primavera que ofrece un cartel radicalmente paritario.

Así lo anunció el festival este miércoles a través de un breve vídeo que parecía venido de algún lugar del futuro y que lanzaba una pregunta con ánimo premonitorio: “¿Te acuerdas? El 2019 fue el año en el que todo cambió”. Todo, o casi: además de hip-hop, r’n’b y latinidades urbanas, el cartel ofrece, entre sus 226 nombres, reclamos que se sitúan más cerca de la línea histórica del festival, como Suede, Interpol o Tame Impala. Ecos del Brit-pop, el pos-punk y el rock psicodélico, parcelas que también tienen derecho a la vida.

El polémico reggaeton

La presencia estelar de J Balvin es la más rompedora, ya que coloca un género que pone los pelos de punta a muchos fans del rock y el pop como es el reggaeton en la alfombra roja del Primavera Sound. Un reggaeton que podríamos llamar de autor, avanzado y alejado de los clichés, incluida la chulería machista. Como alta muestra, su último disco, ‘Vibras’, que estos días recibe elogios en publicaciones como ‘Rockdelux’ y ‘Mondosonoro’.

Sí, la noción de pop está cambiando, mira más al sur, al mundo latino y afroamericano, y piensa más en femenino. Y ahí están Rosalía, con la puesta en escena de su despampanante ‘El mal querer’, y Solange, hermanita de Beyoncé y artista de altos vuelos, que volverá al festival dos años después con un disco que está en camino. En las letras grandes figuran otros creadores carismáticos hechos en el siglo XXI: desde James Blake, con su neosoul electrónico, hasta figuras como Kate Tempest, Janelle Monáe y FKA Twigs, en las que se cruzan influjos de la electrónica, el hip-hop, el funk o el r’n’b. Más personalidades femeninas: la diva pop Carly Rae Jepsen y los acentos ‘synth’ de la francesa Christine (and the Queens), la sueca Robyn y la escocesa SOPHIE.

La herencia de los 90

El vídeo de presentación parece ironizar con la naturaleza del festival en ediciones no muy lejanas cuando apunta: “parecía que volvían los 90, pero nos asomamos a los nuevos 20”. Aunque, si bien muchas de las figuras rutilantes de este año son de nueva planta y/o se nutren de los nuevos géneros urbanos, la presencia de artistas vinculados al orden pop-rock noventero es voluminosa.

Ahí están ‘vedettes’ como Primal Scream y Jarvis Cocker (el excantante de Pulp), el clásico pop vanguardista Stereolab, la trovadora indie-rock Liz Phair, la institución lo-fi Guided by Voices (por primera vez en el Primavera), el faro del slowcore Low, el pos-hardcore matemático de June of 44 o el veterano grupo de rock industrial Nitzer Ebb. Y artistas de esas tradiciones crecidos en el presente siglo, que los hay, como Kurt Vile & The Violators, Dirty Projectors o Big Red Machine. O la misteriosa pianista art-pop Julia Holter. Como de costumbre, en las esquinas del cartel es posible detectar identidades venidas de otros confines musicales, como la pianista Suzanne Ciani, el trompetista Jon Hassell (colaborador histórico de Brian Eno y Talking Heads) y el coro The Mystery of the Bulgarian Voices, al que se sumará la suma sacerdotisa Lisa Gerrard, cantante de Dead Can Dance.

De Pavvla a Peter Buck

Pescados en caladeros más cercanos, la cantante y pianista donostiarra Elena Setién, el pop deslenguado del grupo madrileño Las Odio, así como la murciana Lidia Damunt y la catalana Pavvla (la también actriz Paula Jornet). Y un rampante exponente pop autóctono con trasfondo urbano, Cupido, con Pimp Flaco y Solo Astra. Este actuará el domingo 2 de junio, dentro de la jornada de cierre, gratuïta, que se desplegará en el CCCB y que acogerá, entre otros, a Filthy Friends, supergrupo encabezado por Peter Buck, exguitarrista de REM, y a Christina Rosenvinge.

Porque, una vez más, el festival se desplegará por etapas, a través primero de la parcela Primavera a la Ciutat, que se abrirá el lunes 27 de mayo, y culminará con la jornada gratuïta del día 29 en el Fòrum, pórtico de la programación de pago que concentra el grueso del cartel. Una edición, la del 2019, que va en la dirección del rejuvenecimiento de artistas y público apuntada el año pasado. Aunque, veteranos del lugar, no desesperen: una vez más, y ya van 12 ediciones, Shellac, con Steve Albini al frente, volverá a hacer retumbar sus herramientas, ahora quizá para ilustrar a los más jóvenes sobre lo que un día fue la era del rock.