Empresas españolas se alían para comercializar productos gurmet sociales

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Jose Oliva

Diversas empresas españolas se han unido bajo la marca Robingood para comercializar productos gurmet como aceite de oliva, cerveza artesana, agua mineral, chocolate o semillas de sésamo con "un valor social añadido", pues sus trabajadores son discapacitados o con riesgo de exclusión social.

Lluís Font, uno de los responsables de Robingood, ha explicado a Efe, en el marco del Salón Alimentaria, que "la idea nació hace unos años de la intención de ayudar a empresas sociales para comercializar sus productos".

Font, que había trabajado en Unilever y Panrico y conocía el sector de la alimentación y sus canales, señala que "igual que el consumidor identifica fácilmente marcas como 'bio' o 'kilómetro cero', se trataba de crear una 'categoría social' para buscar canales de venta adecuados".

Hasta ahora, Robingood comercializa productos como el agua Auara (Auara Empresa Social), galletas El Rosal (Associació Alba), cervezas y chocolates Casa Dalmases (Fundació Dalmases), mermeladas Im-Perfect (Espigoladors), vinos y aceites L'Olivera (L'Olivera Cooperativa), yogures y mató Delícies del Berguedà (Portal Berguedà), semillas Ordi Natura y aceite de la Asociación Apadrina un Olivo, elaborado en Oliete (Teruel).

Muchas de estas empresas sociales, advierte Font, "no tienen recursos para llegar al consumidor".

Todas estas empresas y entidades tienen en común que sus trabajadores proceden de colectivos excluidos laboralmente o que dedican parte o la integridad de sus beneficios a temas sociales.

El objetivo de Robingood es mejorar el posicionamiento de estos productos integrándose en el departamento comercial de las empresas.

Para ello les exige que sean productos "con alma", es decir, elaborados por personas en riesgo de exclusión social; de proximidad, recolectados, elaborados y hechos cerca de casa y cercanos a las personas; y "naturales", sin químicos ni aditivos.

Detrás de cada empresa social hay una historia de superación, señala Font, como en Apadrina un olivo, que pretende recuperar un olivar abandonado de 100.000 árboles en Oliete (Teruel).

José Alfredo Martín, cofundador de Apadrina un olivo, ha dicho a Efe que hasta ahora se han conseguido 2.000 padrinos que han permitido comercializar aceite de oliva de la variedad empeltre, "la más antigua de la península, que tiene un sabor más dulce y menos amargo" y la visita de los padrinos ha "reactivado" la zona en un pueblo con apenas 360 habitantes, además de incentivar a agricultores locales que instruyen a trabajadores con discapacidad intelectual.

La madrileña Auara, que comercializa agua mineral, destina el 100 % de sus dividendos a llevar agua potable a comunidades de África que no tienen y además fabrica sus botellas con un 100 % de plástico reciclado R-Pet.

La barcelonesa Ordi Natura, integrada por jóvenes con discapacidad intelectual, elabora semillas caramelizadas con panela, sin azúcares refinados.

Espigoladors elabora conservas y mermeladas a partir de "la recuperación de frutas y verduras que se descartan, ya sea por un descenso de ventas, por sobreproducción o por una cuestión estética" y se presenta como "una solución al despilfarro alimentario a la vez que empodera a personas en riesgo de exclusión social de una manera transformadora, participativa, inclusiva y sostenible", señalan sus responsables.

Belén Roura, responsables de comunicación de Robingood, indica que el sueño compartido de esta comercializadora social es situar sus productos en los lineales de los supermercados con esa categorización de "producto social", igual que existen las secciones de "sin gluten" o "de productos vegetarianos".

El objetivo de Robingood es situar en 2018 el expositor de sus productos en 30-40 supermercados -están en conversaciones con Caprabo, del grupo Eroski; Obbio y Veritas-, así como en hostelería, asegura Font.