CRÓNICA DE MÚSICA

No es Extremoduro, es Robe

Robe Iniesta asombra en Cambrils con una simbiosis de rock y poesía en su primera gira en solitario

Robe Iniesta, el domingo en el Festival de Cambrils.

Robe Iniesta, el domingo en el Festival de Cambrils. / periodico

Natàlia Queralt / Cambrils

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Sonaron los primeros acordes de 'El cielo cambió de forma' entre los aplausos del público, que aguardaba expectante la presencia de Robe Iniesta en solitario. La gran mayoría de los seguidores estaban de pie enfrente del escenario (cerveza en mano y camiseta de 'Extremo' enfundada para la ocasión), mientras que una pequeña parte de los asistentes se disponían a disfrutar de la música de este cantante de culto sentados en una gradería. Una estampa que hubiera sido absurda para un concierto de Extremoduro, donde letras míticas como 'Salir, beber, el rollo de siempre...' desataban la locura entre el público y era casi imposible no abandonar el polideportivo bañado en cerveza. 

Ahora, Robe canta sentado, toda una declaración de intenciones, y ha cambiado los polideportivos por auditorios donde ofrece una versión más íntima, pero no menos intensa, de sus versos de belleza reivindicativa. 

Ofrece una versión más íntima, pero no menos intensa, de sus versos de belleza reivindicativa

El concierto siguió con temas de sus trabajos en solitario como 'Querré lo prohibido', 'Por ser un pervertido' y 'Donde se rompen las olas'. Esta última, una canción que "no habla de hombres ni mujeres, habla de amor y de sexo" según dijo Robe en catalán. En un festival que conserva todo el encanto por ser un evento no masificado, hubo melodías que mecieron al público y otras como 'Hoy al mundo renuncio', que canalizaron sentimientos de indignación. Quizá sea esta una de las facetas más conocidas del cantante, que no ha perdido ni un ápice de su esencia transgresora y reivindicativa: "Duérmete que te voy a cantar una nana tan cruel como la realidad", entonó en 'Nana cruel'.  

El cantante de Plasencia, que ha minimizado las guitarras distorsionadas en su nueva etapa, dio paso a los impresionantes solos de sus músicos que arrancaron aplausos durante la actuación. Sus canciones más aclamadas, 'Y rozar contigo' y 'Por encima del bien y del mal', hicieron vibrar al público a pocos minutos de finalizar el concierto. Y, aunque no fue la última canción, cuando Robe entonó 'Si te vas' de Extremoduro sus seguidores corearon los versos como si la banda hubiera resurgido de nuevo. 

Pero no es Extremoduro, es Robe en su versión más poética, que no necesita convencer porqué lleva más de tres décadas asombrando al público.