Lionel Shriver: "Donald Trump es un incompetente, no sabe lo que se hace"

La escritora norteamericana Lionel Shriver, que hoy ha presentado en Barcelona su nueva novela, "Los Mandible. Una familia: 2029-2047", ha reconocido que intenta "no ser apocalíptica" con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, a pesar de creer que es "un incompetente que no sabe lo que se hace".

Acompañada por la editora de Anagrama, Silvia Sesé, la autora de "Tenemos que hablar de Kevin" considera que en su país ahora "el juego está completamente abierto" y que ella es de las que "contiene el aliento", aunque también tiene la esperanza de que si el nuevo presidente "toma una decisión muy equivocada, el Congreso siempre la podrá revertir".

No olvida, sin embargo, que podría ser "peligroso" que llegara a enfrentarse con un país como Corea del Norte, pero espera que vaya adquiriendo experiencia "y que esté rodeado de gente que sí sepa lo que se hace". "Ahora toca ver pasar el tiempo y ver el qué", ha apostillado.

Asimismo, ha ironizado con que "lo peor de Trump es que es alguien tan absolutamente crudo y exagerado que como personaje de ficción no funcionaría".

Lionel Shriver, que estará firmando libros en la capital catalana el día de Sant Jordi, ha hablado hoy sobre su nuevo título, una distopía con la que lleva al lector hasta los años 2029 y 2047, en unos Estados Unidos, con un presidente de nombre latino, y un gobierno que renuncia a la deuda nacional, desplomándose el dólar y disparándose una inflación desbocada.

La novelista ha revelado que es la primera vez que va hacia una época lejana en el tiempo y que trata sobre economía, una cuestión "sobre la que leí mucho y que nunca pensé que acabaría acometiendo porque antes me aburría a morir".

Sin embargo, y tras leer numerosas obras sobre lo ocurrido a partir de 2008, "fascinantes y espeluznantes", cree que "la economía es la verdadera ciencia del apocalipsis".

En este relato sobre el dinero se sirve de una familia, los Mandible, para mostrarlos en un momento de crisis extrema, con un padre nonagenario del que esperan una generosa herencia, pero la lluvia de millones que creen les caerá encima acaba en sequía por la situación en la que se encuentra Estados Unidos.

A su juicio, ha armado un texto "sobre el dinero, en su aspecto emocional, identitario, y también desde el punto de vista de por qué se quiere".

También muestra a un gobierno que renuncia a su deuda, lo que más que afectar a China, como preveían, incumbe a muchos norteamericanos, sobre todo a los que cuentan con fondos de pensiones. "Si esto ocurriera -ha precisado- significaría que el dinero de la gente dejaría de tener todo valor, sería el fin del imperio".

A la vez, refleja en la obra que un hecho así supondría "una traición" a los ciudadanos.

Por otra parte, ha querido dejar claro que se ha divertido plasmando sus ideas negro sobre blanco, inventando nuevas palabras e incluso algunos dispositivos electrónicos o unos chips que se colocan en la nuca para que el gobierno pueda tener un control absoluto de todo los movimientos de dinero que efectúan las personas.

En este punto, ha mantenido que se trata, pues, de "una novela distópica que habla del miedo al caos y el miedo al control", aunque tiene un final feliz, "porque creo que esa era mi obligación moral".

No rehuye tampoco que hay una cierta dosis de patriotismo -también la secesión del estado de Nevada- pero, advierte, "no es el patriotismo con el que crecí".