El alquimista de 'hits'

Este último fin de año tocó ante 200.000 personas en Miami, compartiendo escenario con Pitbull. Así las gasta Deparamo, un pianista granadino residente desde crío en Barcelona que decidió un buen día que todas las músicas pueden casar en insólitos medleys. Clásica, pop, dance, rock, jazz, house... Pedazos de hits de todos los tiempos ensamblados en lo que él denomina «una experiencia musical». Este viernes presenta en el Teatre Principal The show,como ha titulado también su primer disco. El show es él, pura energía y entusiasmo; su piano y una banda con cantante, dj, batería, bajista, violín y saxo. Y el repertorio: 50 trozos de éxitos de Michael Jackson, los Beatles, Lady Gaga, Marilyn Manson...

«Este concierto va a ser mucho más cañero y enérgico. He aprendido que la platea funciona mejor si está de pie», avanza. La sala, como novedad, contará con mesas en los laterales. «La gente me dice que le apetece tomarse algo mientras ve el show, le da un toque de fiesta», dice el artista, que en octubre lanzará un pack con el disco -que incluirá su primer tema propio- y un DVD con su actuación en el Barts el pasado año.

A Miguel Deparamo no hay tecla que se le resista. Cuenta que en Miami alucinaron cuando pasó del Pjanoo de Eric Prydz al Conga de Gloria Estefan. «Cuanto más difícil es la combinación, más deseo hacerla, como ir del rock de Nirvana (Smells like teen spirit) al pop melódico de Adele (Someone like you) y al trance de Robert Miles (Children). Cualquier música se puede mezclar, lo que sorprende es el fluido cambio de estilo», declara el pianista que, tras la enorme repercusión lograda en Miami, ha formado una banda en Florida para facilitarle la conquista de América. Las próximas paradas serán México y Brasil.

También ha despertado la curiosidad del mayor mercado del mundo. «Espero ir a finales de octubre a Shangái. Me dijeron que primero actuaría en pequeños espacios, que para ellos son de ¡4.000 espectadores!». Todo en apenas un par de años, desde que en el 2013 dio el campanazo en el Auditori, arropado por una orquesta sinfónica, con los vientos y cuerdas desmelenados al ritmo de su piano. Hoy ve su gran sueño, actuar en Las Vegas, «muy cerca». 

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