ideas

'Ric de mi, ple del món'

CARLES Duarte

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No podía ser más oportuna la celebración del AñoJoan Maragall,nacido en octubre de 1860 y fallecido en diciembre de 1911. En medio de una dolorosa crisis económica y de una profunda sacudida moral, en la que se pone en cuestión el modelo de valores de nuestra sociedad, zambullirse de nuevo en la poesía deJoan Maragall se convierte no solo en un consuelo, sino también en un estímulo para superar las adversidades.

EnMaragallencontramos la compasión deLa vaca cega,el compromiso vital delCant espiritual,la dimensión cívica y humanista de su reacción ante la Semana Trágica de 1909 enLa ciutat del perdó, la revisión crítica de la relación entre Catalunya y España enOda a Espanya,la reivindicación de la lengua enElogi de la paraula, la identificación con su gente y su país en poemas comoEl cant de la senyera,que respira y transmite entusiasmo, yOda nova a Barcelona, donde, como haráEspriu más tarde enAssaig de càntic al temple, sin ingenuidades, desde la conciencia de las carencias, se afirma como ciudadano dentro de un pueblo en el que se reconoce y al cual considera unido su destino. Me gusta elJoan Maragall que contagia la alegría de existir de poemas comoLes minves del gener:«te donaria un bes al mig dels llavis,/ al davant de tothom, sense vergonya/ de besar i ser besat, que avui n’és dia».

Carles Rahola,en su prólogo al volumen IX, de 1931, de lasObres Completesde Joan Maragallse refería al escritor de esta manera: «Él era, sobre todo para los jóvenes, un luminoso sembrador de esperanzas y tenía siempre una palabra de aliento para toda promesa espiritual».Francesc Cambóexplicaba que cuandoPrat de la Ribay él le pidieron que aceptase ser candidato en unas elecciones a diputados a Cortes, la respuesta deMaragallno puso ser más directa: «Yo no soy un político; yo no seré nunca un político; yo no soy más que un enamorado de Catalunya».

Dentro de su obraNausica, Maragallpone en labios de Ulises, cuando presiente el final de su larga odisea que le había alejado de Itaca, una vez acabada la guerra de Troya, estos versos: «accepto mos treballs i les angúnies/ i la imminent vellesa, perquè em trobo/ més ric de mi, més ple del món, més ànima», una espléndida síntesis de su pensamiento.