Los inversores se interesan por las infraestructuras de transporte

La comitiva se movió (casi) todo el día de ayer en minibus. Tuvo suerte y el embrollado tráfico de Barcelona y el área metropolitana se comportó. La delegación de Las Vegas Sands Corporation no utilizó pero sí vio desde el aire la flamante T-1 porque aterrizó en la terminal corporativa, ya que volaba con un jet privado. Una vez en tierra, descubrió las múltiples conexiones viarias para moverse por el Baix Llobregat. Por la tarde, fue el turno del mar y el Govern optó por enseñarles el perfil de la capital catalana a bordo de un yate.

Todo con el objetivo de demostrarles que la candidatura catalana es solvente en lo que a infraestructuras de transporte se refiere. A la firma norteamericana le preocupa que sus resorts estén bien comunicados. Uno de los objetivos irrenunciables

--y que han hecho sufrir tanto a la alternativa barcelonesa-- era que los terrenos estuvieran cerca del aeropuerto. Por eso muchas de las preguntas que formularon la decena de miembros del equipo giraron en torno al transporte.

CONEXIÓN CON DUBÁI / Los representantes del Govern que se pasearon durante todo el día con ellos respondieron con un alud de datos. Les actualizaron las cifras de El Prat, que en el 2011 batió su récord histórico con 34 millones de pasajeros. No se lo esperaban. Probablemente alguien les había hecho saber que Barajas concentra la mayoría de conexiones transoceánicas y que El Prat es de segunda categoría. Por eso les sorprendió que la semana que viene se establezca una conexión directa con Dubái. Y que Boston tenga entre sus planes hacer lo mismo.

La delegación vio esta infraestructura desde la privilegiada atalaya de la ermita de Sant Ramon, en Sant Boi, pero también el resto de autopistas, autovías y vías del tren convencional y del AVE que atraviesan este territorio. Dentro de la oferta que ha puesto sobre la mesa el Govern está la posibilidad de soterrar parte del trazado ferroviario y también de la C-32.

DEL FÒRUM AL PORT / Tras el almuerzo con el president, los hombres de Adelson se desplazaron hasta el Fòrum. Desde allí, el grupo se subió a un yate y contempló el litoral barcelonés desde el mar. Fue un trayecto breve, pero probablemente la mejor forma de demostrar el potencial marítimo de la candidatura. Navegaron hasta el World Trade Center donde se les recordó que Barcelona, con 2,6 millones de cruceristas, es el puerto más importante del mundo en viajeros solo detrás del Caribe. Una defensa por tierra, mar y aire.