CRISIS EN LA ASISTENCIA PÚBLICA

Un aluvión de urgencias obliga a reabrir camas en Bellvitge

David Sierra, que ayer fue operado, antes de la intervención.

David Sierra, que ayer fue operado, antes de la intervención.

ÀNGELS GALLARDO / Barcelona

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Como ocurre desde hace un mes en varios hospitales de Catalunya -en especial el del Vall d'Hebron-, el servicio de urgencias del Hospital de Bellvitge está atendiendo este verano a un elevado e inusual número de pacientes en situación grave, que requieren o una inmediata intervención quirúrgica o ser ingresados en un área de vigilancia intensiva. El perfil de gravedad de estos enfermos y las dolencias que sufren -digestivas, neurológicas o traumatológicas, en su mayoría- ha obligado a la dirección de Bellvitge a activar un área de hospitalización denominada Soporte de Ingreso Urgente, dotada de 24 camas, habitualmente destinada a las epidemias respiratorias que se producen en invierno en pleno periodo de gripe. Esta unidad -reservada a eventuales emergencias inesperadas y no vinculada, informa el hospital, al plan de cierre de camas previsto para el verano- acogió ayer a 26 pacientes que habían pasado la noche en urgencias, explicó Carlos Bartolomé, director médico de Bellvitge.

Los médicos habituados a atender urgencias desconocen la razón de esta elevada afluencia de enfermos. «No encontramos una explicación -afirmó Bartolomé-. Los picos de demanda en urgencias se han repetido cuatro veces en las dos últimas semanas. Y lo mismo pasa en los hospitales de alrededor». El pasado martes, Bellvitge atendió a 305 pacientes en urgencias, unos 60 más de la media habitual en julio.

CIERRES ESTIVALES / En paralelo a este fenómeno, Bellvitge afronta el rechazo de pacientes, trabajadores y vecinos de L'Hospitalet a que el hospital aplique el cierre de camas programado para el verano. El plan de cierres -que el hospital no prevé detener hasta alcanzar un máximo de 170 camas clausuradas el 15 de agosto-, se inició el 25 de junio y hasta ahora se han cerrado 72 camas. Una decena de pacientes mantenían ayer su negativa a ser trasladados a unidades distintas a las que se les destinó al ingresar, una actitud que, reiteraron, responde a su defensa de la sanidad pública y al temor de que algunas habitaciones se cierren de forma definitiva.

El joven que ocupaba en solitario una cama en la planta 10, David Sierra, fue operado ayer de la lesión que sufre en una pierna y tras la intervención quedó en el área de postoperatorio, lo que motivó su protesta pública ya que, dijo, «el hospital aprovechó que entraba en quirófano para cerrar mi planta». La gerencia del hospital indica que las plantas sujetas al plan de cierre estival tienen fecha de reapertura en septiembre.