El PSOE dice 'no' a la investidura de Rajoy y presume de resultados

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a otros miembros de la ejecutiva del partido, este lunes.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, junto a otros miembros de la ejecutiva del partido, este lunes. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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El PSOE lanzó este lunes cuatro mensajes relevantes: los socialistas votarán en contra de la investidura de Mariano Rajoy, no cierran la puerta a formar gobierno con el apoyo de las fuerzas de izquierda y nacionalistas e independentistas (una posibilidad rechazada por los barones más relevantes), sacan pecho de su resultado y se preparan para la reelección como líder de Pedro Sánchez, que ha vuelto a resistir cuando muchos le daban por amortizado.

Ante un panorama como el actual, donde la suma de los 123 diputados del PP y los 90 del PSOE supera la mayoría en el Congreso, los socialistas reciben presiones para colaborar en la reelección de Rajoy. Pero no piensan moverse. Señalan en el entorno de Sánchez que el agrio cara a cara con el jefe del Ejecutivo (“España se merece un presidente decente y usted no lo es”, le dijo el socialista) desterró esa posibilidad. “El PSOE va a votar ‘no’ a Rajoy en la investidura”, repitió en tres ocasiones el secretario de Organización, César Luena, tras la ejecutiva del partido.

Luena descartó detenerse en la posición del PSOE ante la hipótesis de que el PP sacrifique a Rajoy y presente a otro dirigente en aras de la gobernabilidad. Fuentes de la dirección, sin embargo, rechazaron un cambio de voto si se diera este caso.

TEMOR A NUEVAS ELECCIONES

Y a partir de aquí, nada está claro. Los socialistas consideran “probable” la repetición de elecciones, pero también temen ese escenario, porque creen que Podemos y sus satélites, que quedaron a 1,5 puntos, pueden continuar creciendo. Pero también recelan de un intento por parte de Sánchez de ser investido, ya que necesitaría el apoyo de, como mínimo, los nueve diputados de ERC. Subrayando que la iniciativa corresponde al PP como partido más votado, Luena no rechazó la suma con la izquierda y los nacionalistas, pero se mostró más cauto que el día anterior. Si en la noche del domingo, con el 48% de los votos escrutados, dijo que veía a Sánchez de “presidente”, esta vez señaló que su lugar estaba en el liderazgo “de la oposición” y que el PSOE, en cualquier caso, no iba a negociar con la soberanía nacional, una referencia a los independentistas y a Podemos, que ha puesto como condición a cualquier investidura un referéndum en Catalunya.

El propio candidato había alentado el domingo la posibilidad de llegar a la Moncloa con esta frase: “España quiere izquierda y quiere cambiar”. Pero los barones más importantes han delimitado un terreno de juego en el que esa opción queda fuera. “No vamos a entrar por ahí”, dijo el andaluz Antonio Pradas, número tres del partido y mano derecha de la presidenta de la Junta, Susana Díaz. “Con quienes defienden la independencia de Catalunya o la autodeterminación, ni a la vuelta de la esquina”, señaló el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. Su homólogo castellano-manchego, Emiliano García-Page, cargó contras “los pactos complejos”.

“HEMOS GANADO A LAS ENCUESTAS”

Luena, mientras tanto, ha sacado pecho de los 90 diputados. “El resultado es aceptable teniendo en cuenta el nuevo escenario y los ataques que ha sufrido el PSOE. El PP nos ha ganado, pero nosotros hemos ganado a casi todas las encuestas”, dijo el número dos. Y es ese desenlace el que ha llevado este lunes al líder socialista a anunciar en la ejecutiva que se presentará a la reelección. El congreso del PSOE estaba previsto para febrero, pero el partido no quiere que coincida con las sesiones de investidura. Así que se ha retrasado hasta la primavera. Y no se vislumbra que Sánchez tenga ningún rival.

Los socialistas abordarán con más calma el complejo escenario tras el 20-D en el comité federal del próximo sábado.