La oposición no dará validez a la reunión de la junta de portavoces

La decisión de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, de forzar el reglamento de la Cámara para acelerar el pleno en que se votará la declaración de ruptura ha vuelto a poner de acuerdo a los grupos de la oposición. Ciutadans, PSC y Catalunya Sí que es Pot han optado por participar en la reunión de la junta de portavoces convocada para este martes, pero no considerarán válidas las decisiones que se adopten porque el PPC no se ha constituido como grupo parlamentario y no ha designado un portavoz. Los populares, de hecho, no asistirán a la cita. La intención de las tres fuerzas en la reunión es advertir a Forcadell de que estará vulnerando el reglamento del Parlament si tramita la resolución secesionista en la junta de portavoces de este martes.

Ciutadans, PSC y PPC han celebrado este lunes una reunión en el Parlament para abordar cómo impedir la junta de portavoces que ha convocado para este martes la presidenta del Parlament sin que el PP se haya constituido aún como grupo. El objetivo de esta junta de portavoces es poder convocar un pleno el próximo día 9 por la mañana para aprobar la declaración independentista acordada por Junts pel Sí y la CUP antes del debate de investidura, que se celebraría por la tarde.

En paralelo, los líderes parlamentarios estos tres partidos, Inés Arrimadas (Ciutadans), Miquel Iceta (PSC) y Xavier García Albiol (PPC), se han reunido también esta tarde en el Parlament para explorar posibilidades de acción conjunta.

La candidata del PSC a las elecciones generales del 20-D, Carme Chacón, ha anunciado en una rueda de prensa la propuesta lanzada al resto de grupos de la oposición contrarios al proceso soberanista para detener una convocatoria que ha calificado de "fraudulenta" y "abusiva".

Por su parte, la líder de Ciutadans en el Parlament, Inés Arrimadas, ha explicado que su fuerza enviará un escrito a la presidenta del Parlament para que anule la junta de portavoces, pues, a su juicio, "se ha saltado el reglamento de la Cámara".

Los populares están dispuestos a ir más allá y han avisado a Forcadell de que presentarán un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para impedir que se celebre la reunión de los portavoces de los grupos parlamentarios. Además, los 11 diputados del PPC han presentado un escrito ante la Cámara para reclamar de forma individual a Forcadell que desconvoque la junta.

Falta por ver si en esta reunión se pacta entre los tres partidos alguna acción conjunta. Tanto PSC como Ciutadans han anunciado esta mañana que si finalmente se celebra la junta de portavoces, acudirán a la misma. En cambio, los conservadores, a quienes Forcadell ha invitado a designar un representante para que acuda a la reunión de los grupos, se niegan a "avalar" con su presencia "una ilegalidad flagrante", según ha dicho el portavoz Enric Millo.

CRÍTICAS DE ERC

Mientras tanto, ERC ha censurado a C's, PSC y PPC que se alíen para intentar impedir la votación de la declaración de "desconexión". "Tenemos la sensación de que se ponen de acuerdo para no dejarnos votar y que esto lo intentan de diversas formas, con el acuerdo a tres bandas, retrasando la constitución del grupo del PP y de la junta de portavoces y con una petición de amparo ante el Tribunal Constitucional", ha dicho el portavoz republicano, Sergi Sabrià.

Respecto al hecho de que Forcadell haya convocado para mañana la junta de portavoces, Sabrià ha destacado que "era imprescindible" que lo hiciera puesto que "el plazo de cuatro días para dar respuesta a la petición de varios grupos de que la junta de portavoces se pronuncie sobre la resolución finaliza mañana mismo". En concreto, el republicano se refiere a los escritos de reconsideración planteados por el PSC y Ciutadans para admitir a trámite la resolución de Junts pel Sí y la CUP.

"Son ellos quienes piden la reconsideración y son ellos los que piden la respuesta. Ahora que se convoca para dar esa respuesta en el límite temporal que fija el Parlament, hablan de sorpresa", ha añadido Sabrià, al tiempo que ha acusado al bloque contrario a la secesión de adoptar "una actitud de filibusterismo parlamentario".