Borrell insta a los líderes de la UE a actuar tras el "electroshock" del 'Aquarius'

Josep Borrell, el pasado viernes en la Moncloa.

Josep Borrell, el pasado viernes en la Moncloa. / periodico

Juan Ruiz Sierra

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Dos días después de que Pedro Sánchez decidiera ofrecer València como destino del 'Aquarius', el barco con 629 migrantes a bordo que Italia y Malta se negaban a acoger pese a estar frente a sus costas, Josep Borrell se ha detenido en las implicaciones de lo que él llama el "eletroshock". "A veces hay que sacudir un poco la mesa para que las cosas se muevan", ha dicho este miércoles el ministro de Exteriores durante un encuentro en la sede de su departamento.

La conducta de Italia (cuyo ministro de Interior, Matteo Salvini, es el líder de la Liga, un partido de ideología xenófoba) ha recibido críticas. La de España, elogios. Pero Borrell establece un paralelismo entre ambos países. "Ha habido un electroshock por las dos partes. Es decir que ya está bien, que ya vale", considera el veterano dirigente socialista, que no ha evitado juzgar, aunque de forma diplomática, al Gobierno italiano. "Mi papel no es poner el dedo en el ojo de Italia, pero su comportamiento pone en cuestión su respeto al ordenamiento internacional", ha continuado Borrell.

Pero lo más importante, para el titular de Exteriores, no es esto. Lo relevante del caso del 'Aquarius, que en principio llegará junto a dos fragatas italianas el sábado al puerto de València, es su potencial para forzar un cambio en la política migratoria de la UE, que será abordada en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio. "De no ser por el ‘Aquarius’ el asunto se abordaría en esa cita como hasta ahora, con los países limitándose a trasladar su preocupación", ha explicado Borrell.

Un sistema que no funciona

Los líderes europeos habían marcado esta cumbre como el lugar en el que llegar a un acuerdo, pero la negociación continúa estancada debido a las posiciones antagónicas de los Estados miembros. El sistema actual, basado en un mecanismo de cuotas diseñado por Bruselas ante la crisis migratoria del 2015, nunca ha funcionado.

"El futuro de la UE vendrá marcado por la solución que demos al problema migratorio", cree Borrell, que aboga por asumir que las fronteras de los Estados miembros con países extracomunitarios son "comunes", de toda la UE. De lo contrario, a su juicio, será "muy difícil justificar que no haya fronteras interiores".

El ministro, por último, no ha querido anticipar qué ocurrirá si se da una situación similar a la de la 'Aquarius'. Si Italia continúa cerrando sus puertos, ¿España volvería a acoger a los migrantes? "Cada día tiene su afán", ha dicho Borrell. Lo que tiene claro el titular de Exteriores es que este caso no provocará un 'efecto llamada', como denuncia el PP. "El 'efecto llamada' es permanente –ha concluido el titular de Exteriores-. Vete a Dakar y verás el 'efecto llamada' en cada escaparate”.