EL ADN de la semana

Mecenas

PERE PUIGDOMÈNECH

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ha pasado una nueva edición de La Marató de TV-3 con un llamamiento a hacer donaciones para la investigación sobre lesiones medulares y cerebrales adquiridas. En plena crisis, la solidaridad continúa activa y las aportaciones particulares son cada vez más importantes para mantener viva la investigación.

La ciencia fue durante siglos una actividad para gente con dinero o para profesionales pagados por los príncipes. En las cortes de los poderosos eran habituales un astrónomo, un matemático o un guardián del jardín botánico. También había mecenas que subvencionaban el viaje de naturalistas o un observatorio astronómico. La investigación pública es una actividad del siglo XX y, de hecho, es sobre todo a partir de los años 40 cuando los estados crean sistemas para financiarla.

También en el siglo XX, fundaciones como la Rockefeller y la Ford en Estados Unidos o la Juan March en España han sido importantes por diferentes motivos. Actualmente la situación se mantiene. El mejor ejemplo en EEUU es la Fundación Melinda y Bill Gates. Según el fundador de Microsoft, él no podrá disfrutar nunca de la enorme cantidad de dinero que ha ganado y prefiere compartirlo con quien lo necesita. Quiere demostrar también que la empresa es un buen modelo para la gestión de las ayudas. El ejemplo ha cundido en otros millonarios americanos. Hay actividades privadas dedicadas a financiar la investigación en todo el mundo, y en nuestro país tenemos varios casos, como el Centro Esther Koplowitz, la Fundación Carreras y la Fundación Cellex.

El mecenazgo puede ser una manera de devolver a la sociedad parte de lo que alguien ha ganado y de que el propio nombre quede en el recuerdo. Es también una manera de asegurarse de que si alguien quiere invertir sea en lo que le interesa y tal vez también de que se gestionen mejor los recursos. Junto al Estado, la sociedad civil invierte en investigar para un mundo mejor y este mecenazgo acaba produciendo un beneficio para todos. Participando en acciones como La Marató de TV-3 nos sentimos por un día un poco como Bill Gates.