tú y yo somos tres

La mosca negra

El foraster

El foraster

FERRAN MONEGAL

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Provoca sentimientos encontrados, antagónicos, esta visita que el fundador del Teatre de Guerrilla Quim Masferrer ha realizado al municipio de Benifallet (El foraster, TV-3). La irrupción de un gracioso abordando a los vecinos, buscando crear situaciones divertidas o pintorescas, es un tipo de navegación complicada. El ejercicio con las señoras del pueblo -y la forzosa complicidad de sus maridos- haciendo de la dimensión de sus tetas la base de algunos sketches es un humorismo de equilibrio incierto: a veces daba la sensación de que se reía de ellos en lugar de reírse con ellos. El tratamiento bromista y cómico de la invasora mosca negra, plaga que desde hace años azota Benifallet, municipio rural que vive de la agricultura y un poco del turismo, desdibujó una tragedia que merecía más denuncia que divertimento. Con razón un vecino, harto de esta situación, exclamó: «Se deja una cajita de zapatos llena de moscas en la Diagonal de Barcelona y quizá entonces, tratándose de Barcelona, se arreglaría el problema». O sea, menos coñas. Pero frente a esta primera impresión, el forastero Masferrer ha sabido encontrar también una armonía con momentos de ternura y delicadeza, dentro de un aire irónico y de savoir faire escénico en los que hemos visto disfrutar a los vecinos enormemente. O sea, que la impresión inicial, la del chistoso que se acerca a escudriñar a los lugareños del Ebro, ha quedado matizada con dosis de sensibilidad, mirada simpática y punzante intención.

BENIDORM .- Otro tipo de postal, otra forma de mirar, es la de Francis Lorenzo. Ha iniciado un recorrido en TVE-1 titulado España a ras de cielo. Es sonrojante su trabajo. El otro día estuvo haciendo posturitas en Benidorm, y no paraba de elogiar las horteradas que allí se perpetran en forma de rascacielos. Como culminación del disparate se plantó en el último piso del horrendo edificio llamado In Tempo, un mamotreto de 200 metros de alto, forrado de baldosas color oro, que lleva una década en construcción salpicada de problemas. Francis se desvivía por glorificar este engendro. Parecía un vendedor de pisos a sueldo del Sareb, el banco malo copropietario de esta mole cargada de multimillonarios créditos. Es posible que este inconcluso armatoste acabe en manos de los chinos o de los saudíes, advierten los especialistas en desmadres urbanísticos. De todo esto, Francis Lorenzo ni pío, naturalmente.