Ridley Scott: «No tengo ningún interés en ir a Marte»

El director cuenta en 'Marte: (The martian)' la historia de uno de los primeros astronautas que pisa el planeta rojo

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PAZ MATA / LOS ÁNGELES

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Es todo un especialista en contar los efectos que la Historia, los alienígenas y el propio Dios tienen en los, a menudo abrumados, protagonistas de sus películas. Tras reconstruir el Egipto del Antiguo Testamento en Exodus: Dioses y reyes, Ridley Scott (South Shields, Gran Bretaña, 1937), el realizador de cintas tan icónicas con Alien, Blade Runner Thelma y Louise, se dirige al espacio para contarnos la historia del astronauta Mark Watney, una de las primeras personas en poner un pie en Marte y probablemente la primera en correr el riesgo de morir allí. En Marte: (The martian), una adaptación de la novela de ciencia ficción de Andy Weir, El Marciano, Scott recrea la desesperación de Watney después de que una tormenta de polvo casi lo mate y obligue a toda su tripulación a evacuar el planeta tras darlo por muerto. Atrapado y completamente solo, sin posibilidades de poder mandar mensajes a la Tierra para avisar de que está vivo, Watney tiene que valerse por sí mismo para mantenerse vivo en el planeta rojo.

-La última vez que hablamos nos confesó que el guion de esta historia le intimidó mucho. No me parece que usted sea un director que se deje intimidar por las páginas de un guion...

-Lo que me intimidó es toda la ciencia que contienen esas páginas. En el colegio, suspendí siempre esas asignaturas. Era un desastre en matemáticas y en geometría. No es que fuera tonto pero me costaba mucho retener en la cabeza lo que aprendía. Me salvó el dibujo, se me daba muy bien y gracias a ello pude ir a la escuela de artes y oficios.  Todavía hoy sigo dibujando los story board de preparación para todos los rodajes. Dibujo cada toma con gran precisión y eso me ayuda mucho a la hora de abordar las escenas antes de empezar a rodarlas.

-Sin embargo se ha atrevido con la ciencia ficción tres veces...

-Cuando vi 2001 : Una odisea del espacio supe que podía atreverme a contar una historia de ciencia ficción. Hasta entonces no tenía la menor idea de cómo hacerlo. Había leído los libros de H. G. Welles, que supongo se pueden considerar obras entre la fantasía y la ciencia ficción, pero fue la película de Stanley Kubrick lo que me abrió el apetito para este tipo de filmes.

-Además de poder recrear el planeta rojo, ¿qué es lo que le atrajo de esta historia?

-El drama de la supervivencia al que se enfrenta su protagonista. También el humor que hay en la historia, un humor que proviene de la dramática realidad de la situación en que se encuentra. Cuando era un crio, uno de mis libros favoritos era Robinson Crusoe, y Mark Watney es un Robinson contemporáneo.

-¿Qué tiene Marte que fascina tanto a todo el mundo?

-Que es el planeta más cercano a la Tierra,  lo suficientemente próximo como para que en un futuro no muy lejano los humanos puedan poner un pie en él. Los otros planetas están a años luz y  todavía no sabemos cómo llegar a ellos.

-¿Le ayudó la NASA en sus esfuerzos por recrearlo?

-Sí, mucho. Para empezar a la NASA le gustó mucho el libro, lo leyeron antes de que yo me involucrase en el proyecto y piensan que Drew Goddard, el guionista, ha hecho una adaptación muy fiel, lo cual es difícil porque el libro es muy denso. Lo primero que hice cuando acepté el trabajo fue visitarlos para ver como son los nuevos trajes espaciales, los vehículos que usan para las evacuaciones y los hábitats que están diseñando para que puedan vivir los astronautas que participen en esas misiones. Es fascinante lo que están haciendo y fueron muy generosos conmigo, me abrieron todas las puertas.

-¿Cuál fue la escena más difícil de filmar?

-La que vemos a Jessica Chastain girando en torno a Matt Damon, cuando consigue cogerla pero se le escapa de las manos, que es probablemente lo que pasaría en esas circunstancias. Fue una escena muy difícil porque todo lo que implique estar suspendido por un cable es un desastre. Los movimientos son lentos e inexactos y te desesperas tratando de conseguir que el actor se sitúe frente a la cámara.

-¿Le gustaría viajar a Marte en una de esas misiones?

-No, no tengo ningún interés en salir del planeta Tierra para ir a Marte. Me divierto demasiado aquí como para pensar en dejarlo y no volver. El hecho de que lo estemos destruyendo es otra cuestión.  ¿Quién nos dice que no haremos lo mismo cuando podamos colonizar Marte?

-¿Qué opina de los voluntarios que se han apuntado para el primer viaje a Marte?

-Que están locos. Las probabilidades  que tienen de poder regresar son casi nulas. Los que vayan en los primeros viajes tripulados saben que posiblemente no volverán.

-¿Sería capaz de sobrevivir en semejantes circunstancias con todo lo que ha aprendido haciendo películas?

-Sí, porque lo principal es tener intuición y seguir lo que esta te marque. Las claves son ser eficiente, saber lo que hay que hacer en cada momento y no dudar a la hora de tomar decisiones. Yo siempre he sido así, creo que me viene de mi madre, que era una mujer de armas tomar. De hecho, está película se filmó en 74 días cuando lo normal hubiera sido hacerlo en 110.

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