Mark Walhberg: «Con la nueva 'Transformers' hemos subido el listón»

Sus últimas tres películas han facturado 2.250 millones de euros en todo el mundo y las series de televisión que produce para la cadena HBO (Entourage, Boardwalk Empire) ocupan los primeros puestos del ranking de audiencia en EEUU. A sus 43 años, Mark Walhberg ha dado un giro total a su vida. Tras  una juventud conflictiva se ha convertido en alguien ejemplar, padre de cuatro hijos y persona comprometida con diversas causas sociales a través de sus organizaciones filantrópicas. Mientras finaliza el rodaje de la segunda entrega de Ted y se prepara para producir una nueva serie para la HBO, titulada Ballers, el actor estrena la cuarta entrega de  Transformers: La era de la extinción, donde demuestra su poderío para luchar contra las fuerzas del mal.

-¿Por qué le interesó formar parte de esta franquicia?

-Me quedé impactado con la primera entrega, era algo que no había visto antes en una pantalla. Nunca pensé que trabajaría en la saga. Mis hijos son grandes fans de las películas y yo lo era del cómic, pero lo que me convenció fue el hecho de volver a trabajar a las órdenes de Michael Bay, con quien rodé Dolor y dinero (2013). Creo que en esta ocasión ha llevado la historia a otro nivel en el que el elemento humano es muy importante.

-¿Qué tiene de especial La era de la extinción y su protagonista?

-Nuestro objetivo fue hacerla completamente distinta a las anteriores y no necesariamente una secuela. Aunque la historia comience después de la batalla de Chicago, hay nuevos personajes. El mío es un hombre normal y corriente con el que creo la mayoría del público se puede sentir identificado y que se ve envuelto en circunstancias extraordinarias. Trata de hacer lo imposible para mantener a su hija con vida. Creo que con esta historia y con la nueva tecnología usada por el director hemos elevado mucho el listón.

-¿Considera a su personaje un patriota o un traidor por el hecho de haber destapado ciertos movimiento del Gobierno nada éticos?

-Para mí es un patriota, es un tío legal que tiene fe en la humanidad y actúa siguiendo su propio código ético, que es decir siempre la verdad.

-Impacta el aspecto físico de su personaje. ¿Como se preparó?

-Me levantaba todas las mañanas a las tres de la mañana para meterme dos horas en el gimnasio. Tenía que estar en forma para correr, saltar y dar golpes a diestro y siniestro durante 15 horas al día los cinco meses y medio que duró el rodaje. La parte buena es que podía comer todo lo que quería, cosa que no pude hacer en mi anterior película, para la que perdí 30 kilos. Me alimenté solo con líquidos y me volví insoportable. Pregúnteselo a mi familia.

-Hay quien piensa que a este tipo de cintas les falta sustancia. Pero  muchos actores admiten que hacerlas les facilita el poder llevar a cabo otros filmes más pequeños que son difíciles de financiar. ¿Que opina?

-Yo las encuentro muy entretenidas siempre y cuando tengan una historia detrás, como es este caso. Por eso lo que más me interesó fue enfocarme en el elemento humano y tratar de hacerla lo más realista posible. También es cierto que hacer este tipo de trabajos con tanto éxito de taquilla te ayuda mucho a la hora de sacar adelante otros proyectos más pequeños. Ambas cosas son importante para la carrera de un actor.

-¿Cómo se siente trabajando con personajes generados por ordenador?

-Al principio la idea de no estar frente a un compañero de carne y hueso me producía impresión. Pero luego disfruté bastante no tener que trabajar con otros actores (risas). De vez en cuando se agradece no tener que lidiar con otros egos en el plató. Con el de uno mismo basta.

-Hablando de egos, es la primera vez que le vemos trabajar al lado de una espectacular rubia que no es su novia en la ficción sino su hija. ¿Como reaccionó su ego?

-Nicola Peltz, la actriz que interpreta a mi hija, tenía 17 años cuando rodamos. Es la hija de un gran amigo mío, Nelson Peltz, y la verdad es que me sentí muy protector con ella. Michael (Bay) hizo el casting y cuando me enteré de que ella era una candidata no quise decirle que la conocía por no interferir en sus decisiones, pero sabía que era perfecta porque es una gran actriz. A mi ego le ha encantado dar vida al padre de una joven porque hasta hace muy poco era yo el que tenía que enfrentarme al padre de la novia.

-¿Imaginó alguna vez que su carrera iba a tener el resultado que ha tenido hasta la fecha?

-Ni mucho menos. Lo soñé, pero nunca pensé que sería posible. Me siento muy afortunado por todas las oportunidades que he tenido. Ahora bien, también tengo que decir que siempre he trabajado duro.

-En sus 20 años de carrera, ¿qué papeles le han supuesto un mayor desafío?

-Todos. Para mí el mayor desafío es poder llevar a cabo una película. Con The fighter, por ejemplo, se tardó en conseguir financiación más de cuatro años. Llevo años intentando hacer American desperado y a pesar de todo el éxito que he tenido con otras películas no me está resultando nada fácil hacerla como quiero y con la gente que quiero. La primera versión del guion está escrita pero hay que perfeccionarlo. Después, buscaremos al director adecuado y la financiación.