UN MITO EN APUROS

Rossi vive su momento más desesperado en MotoGP

El italiano Valentino Rossi, pensativo, en el box del equipo Movistar Yamaha, en Phillip Island (Australia).

El italiano Valentino Rossi, pensativo, en el box del equipo Movistar Yamaha, en Phillip Island (Australia). / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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“Sí, la victoria de Maverick Viñales está muy bien, para la lista de derrotas de Yamaha pero, la verdad, no creo que cambie mucho las cosas”. El italiano Valentino Rossi (Yamaha) vive una situación bastante desesperada. Es evidente que, con 39 años, todo lo que hace provoca admiración y, en efecto, tiene un mérito enorme que no solo este peleando con la generación de Andrea Dovizioso (Ducati), al que quisiera arrebatar, al menos, el subcampeonato del mundo (está a 15 puntos de él, a falta de dos carreras, 50), sino también con la que lidera el campeón Marc Márquez (está a 101 puntos del piloto de Cervera).

En contraste con su compañero de box, el catalán Maverick Viñales, de 23 años y reciente ganador a lo grande del GP de Australia, Rossi vive su momento más desesperado pues ve que casi todo el mundo a su alrededor va cumpliendo las expectativas que se había formado, desde el arrasador Marc Márquez, que ya suma siete títulos, a ‘Dovi’, que volverá a ser subcampeón, o Jorge Lorenzo (Ducati), de 31 años, que dará el salto a la moto campeona, a Honda, para seguir en la cima.

Aquella gallina vieja

El ‘Doctor’, que lleva más de un año sin ganar (Holanda-2017), no ha podido subirse al podio en los últimos siete grandes premios y suma cinco ‘cajones’ esta temporada. El jueves pasado hizo, precisamente, nueve años (25 de octubre del 2009) que ganó su noveno y, de momento, último título mundial, cuya celebración, recuerden, fue aquella divertida camiseta de con la inscripción “gallina vieja hace buen caldo” pues, ya entonces, con 30 años, provocaba admiración que fuese tan competitivo como para coronarse monarca de la categoría.

Desde aquel momento lleva persiguiendo su décima corona, que rozó en el 2015, pero que parece empezársele a complicar con el resurgir de ‘Doví’ y Viñales, el fichaje de Jorge Lorenzo por Honda y, quien sabe, si la explosión definitiva de pilotos como Jack Miller, Andrea Iannone o la futura pareja de Suzuki, Àlex Rins y Joan Mir. Lo único que sabemos, porque se lo contó a sus seguidores cuando, en la inauguración de la tienda, en Londres, de la firma Dainese, es que piensa cumplir “absolutamente” los dos años de contrato que firmó con Yamaha (2019 y 2020).

Ese día, en la charla a través de las redes sociales, aseguró, probablemente con la boca pequeña, que le traía sin cuidado (“eso no es cosa de que me preocupe”), que Márquez pudiese alcanzar sus cifras (9 títulos, 115 victorias y 232 podios).

"En Tailandia hablé con los peces gordos de Yamaha y, llegamos a Japón, y sin noticias de Yamaha"

Valentino Rossi

— Piloto oficial de Movistar Yamaha

Aquella tarde, Rossi aseguró que ganará más carreras y que peleará por su décimo título. Y recordó que lo que más le duele, “y pienso en ello algunas veces”, es en el Mundial que perdió, en 2006, al cometer un error en Valencia y servirle el título en bandeja al desaparecido Nicky Hayden (Honda), que se lo arrebató por solo cinco puntos de diferencia.

La frase del domingo por la tarde en Phillip Island dando a entender que una flor no hace primavera y que, pese a la arrolladora victoria de Viñales, se mantienen los problemas en Yamaha “pues a mi, al llegar a la parrilla de salida, ya me patinaba y dejaba de traccionar la rueda trasera, problema que me ha impedido pelear por el podio”, demuestra que ‘Vale’ continúa con su batalla personal a la que, probablemente, se haya sumado ‘MVK’ con discreción al pasarse todo el fin de semana australiano diciendo que “si Yamaha quiere volver a pelear por el título ha de hacer una moto que se adapte a mi estilo de pilotaje, pues yo no lo pienso cambiar”.

Es evidente que Rossi tiene muy complicado el subcampeón, que, la verdad, le sonaría a medio título pero sería poca cosa para un icono como él, pero nadie sabe, aunque se intuye que sí, si su situación en el box del equipo Movistar Yamaha, que la próxima temporada cambiará de patrocinador, yendo con Monster, sponsor personal de ‘Vale, cambiará ante la recuperación y victoria de Viñales, que reclama más atención y mimos por parte de la fábrica de los diapasones.

Difícil diálogo con Japón

Rossi dice que todo lo que le han dado a probar con vistas a la moto del año que viene “no vale”. Es más, aún retumban en las paredes del departamento de competición de la firma de los diapasones, sus comentarios en Tailandia y Japón. En Buriram, dijo, con una sorna despiadada, que “cuando hablas con los japoneses de Yamaha siempre están de acuerdo con lo que les dices, pero de ahí a que hagan lo que les sugieres va un abismo. Yo, personalmente, hablé, en Tailandia, con los peces gordos de Yamaha, pero, la verdad, no sé si les ha llegado nuestro mensaje”.

Ya una vez en Motegi (Japón), circuito de Honda pero donde, a lo largo del fin de semana, acudieron al ‘paddock’ responsables de competición de Yamaha, insistió en que “está bien que vengan y vean en directo los problemas que estamos padeciendo”. Y, al llegar a Phillip Island (Australia), añadió aún más sorna: “Una semana después de Japón, seguimos sin noticia de Yamaha”.

Veteranos que siguen

No hay duda que Rossi continúa siendo la locomotora del Mundial de MotoGP, el tren al que se engancha los demás, la figura que, no solo arrastra la atención de los amantes de las carreras sino de los ídolos del ‘Doctor’. Pero no es menos cierto que su protagonismo en la pista desciende con el paso de los años, pese a ser conocido ya como ‘el señor domingo’, pues el día de la carrera aparece siempre en el grupo de cabeza.

Mientras Dani Pedrosa (Honda) y Álvaro Bautista (Ducati), ambos con 33 años, abandonan el Mundial y Andrea Dovizioso (Ducati) y Cal Crutchlow (Honda), con 32 años, se mantienen en la cima del campeonato, Rossi se dispone a iniciar la próxima temporada con 40 años recién cumplidos y, por lo que dice y hace, con el ánimo y la competitividad intacta. Ya lo dice él: “Me duele que a uno de los mejores Rossi de las dos últimas décadas (debutó en el Mundial en Malasia-2006 y, por tanto, esta será su 23ª temporada en el ‘paddock’), corresponda una de las peores Yamaha de los últimos años.