Joel González gana el oro a patadas

El taekuondo le dio dos nuevas medallas al deporte español.

Joel González, oro en la categoría de hasta 58 kilos, y Brigitte Yagüe, plata en la de menos de 49, se subieron al cajón tras exhibirse sobre el tapiz del pabellón Excel de Londres. Los luchadores españoles elevaron a nueve las medallas de la delegación y se unieron al único medallista en taekuondo, Gabriel Esparza, que fue plata en los Juegos de Sídney 2000. Antes, el taekuondo había sido deporte de exhibición en Seúl-88 y en Barcelona-92, donde triunfó Coral Bistuer.

El camino de Joel González hacia el oro fue inmaculado. El combatiente de Figueres, de 22 años, sacó provecho de su enorme envergadura y longitud de extremidades: mide 1,85 y pesa 58 kilos. Esas condiciones le han llevado a forjarse una carrera más que prometedora. Ya era una realidad antes de viajar, como favorito, a Londres. González es doble campeón mundial (2009 y 2011) y de Europa (2010 y 2012). Desde ayer también lo es olímpico. Por la mañana apartó de su camino al sueco Uno Sanli por 7 puntos a 6, en el combate más igualado. Luego se deshizo del australiano Safwan Khalil (5-3) y, ya en semifinales, del colombiano Óscar Muñoz (13-4). Su rival en la final, el surcoreano Daehoon Lee, tampoco aguantó los movimientos y ataques fulgurantes de González, que a sus 22 años logró la triple corona de títulos, a unir a su condición de número uno en la clasificación mundial de su categoría. El catalán ganó a Lee por 17-8 tras un recital de patadas; muchas de ellas alcanzaron el objetivo máximo, la cabeza, lo que da tres puntos.

Escasos minutos antes que González, que se entrena en el CAR de Sant Cugat, Brigitte Yagüe, que trabaja de administrativa en ese centro de alto rendimiento, ganó una medalla que vale por dos. Su marido, Juan Antonio Ramos, ayer en la grada gritando consignas a su mujer, se rompió una rodilla cuando intentaba ganar el bronce en Pekín 2008, medalla que también se le escapó en Atenas 2004. Brigitte, eliminada en primera ronda en Atenas y ausente en Pekín por una lesión en la mano, se tomó ayer cumplida revancha y, a sus 31 años, se colgó la medalla que le faltaba a la familia, antes de emprender su proyecto de ampliarla.

DETERMINACIÓN / Yagüe, una mallorquina que mide 1,62 metros, oculta en su pequeño cuerpo una determinación sin límites. Lo demostró en la semifinal, donde levantó en menos de un minuto una desventaja de seis puntos (9-3) que parecía del todo insalvable. Dos patadas seguidas en la cabeza de la tailandesa Chanatip Sonkham, más una penalización de la asiática, llevó a la española a la victoria (10-9) y a medirse en la final a la china Jingyu Wu, campeona olímpica ya en Pekín y doble campeona mundial. Wu fue superior en el combate definitivo desde que una patada en la cabeza le dio ventaja en el primer asalto de dos minutos (4-0). El 8-1 final en contra no desmereció la plata de Yagüe, primera takuondista europea en subir al podio en la categoría de -49 kilos.