EL ESCÁNDALO DE LA VIGILANCIA MASIVA

EEUU dejará de espiar por sistema a los líderes aliados

Obama anuncia una reforma del espionaje para garantizar unos mínimos de privacidad

Protestas por las prácticas de la NSA, ayer, en Washington.

Protestas por las prácticas de la NSA, ayer, en Washington.

RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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Han tenido que pasar siete meses de embarazosas revelaciones, encontronazos diplomáticos y acalorado debate planetario para que la Casa Blanca moviera ficha, pero los primeros cambios a los métodos orwellianos del espionaje estadounidense ya están aquí. El presidente Barack Obama anunció ayer una serie de reformas a la actividad de sus servicios de inteligencia, unos límites que el tiempo dirá si son significativos o puramente cosméticos. Entre otras cosas, Obama se comprometió a dejar de espiar por sistema a los líderes de los países amigos y a establecer un mínimo de salvaguardas a la privacidad de los ciudadanos del mundo.

En un largo y reflexivo discurso pronunciado en Washington en el que elogió el trabajo de la inteligencia, Obama reconoció que las filtraciones de Edward Snowden han socavado la confianza de los aliados de EEUU, poniendo en peligro la necesaria cooperación que exige la lucha contra las amenazas globales. «Nuestros esfuerzos solo serán efectivos si los ciudadanos de a pie de otros países confían en que EEUU respeta también su privacidad», aseguró. Y eso incluye también a los líderes de países aliados. «Merecen saber que si yo quiero saber lo que piensan sobre un asunto cogeré el teléfono y los llamaré, en lugar de espiarlos».

En ese sentido, Obama se comprometió a dejar de monitorizar sus comunicaciones «a menos que exista un motivo convincente de seguridad nacional», algo que, según la Casa Blanca, ya se ha empezado a hacer con «docenas» de dirigentes. Esta restricción, sin embargo, no incluye a sus asesores y el presidente subrayó que se seguirá recabando información sobre las intenciones de los gobiernos foráneos, «como hace el resto de servicios de inteligencia».

SIN PRECEDENTES / Aunque volvió a insistir en que su país solo espía a aquellos que suponen una amenaza para la seguridad nacional de EEUU, el diario The Guardian publicó ayer que la NSA recoge cada día 200 millones de mensajes de texto en todo el mundo.  Sin mencionar esta última filtración, Obama dijo que ha tomado la decisión «sin precedentes» de extender a los extranjeros algunas protecciones que se aplican a los estadounidenses. Una de ellas consistirá en limitar el tiempo que la NSA puede almacenar su «información personal». El resto se acabará de perfilar en los próximos meses.

Obama vinculó la reforma con la necesidad de preservar los valores estadounidenses ante las desmedidas capacidades que ha adquirido el espionaje gracias a los cambios tecnológicos. Internamente, anunció cambios en la forma en que la NSA almacena y accede a los datos de todas las llamadas telefónicas que se hacen en EEUU. Su intención es que sea el sector privado el que almacene los metadatos y que no se pueda acceder a ellos sin una orden judicial. Algunas de estas medidas fueron sugeridas el mes pasado por un grupo de expertos al que la Casa Blanca encargó que revisaran los programas de la NSA. Sus recomendaciones, sin embargo, eran algo más ambiciosas que lo esbozado ayer por Obama.