EL ACTOR MÁS CAMALEÓNICO DE HOLLYWOOD

El agente Bauer llega a la Casa Blanca

Kiefer Sutherland deja atrás al héroe de la serie '24' para transformarse en el nuevo emperador de EEUU

kiefer sutherland en la serie sucesor designado

kiefer sutherland en la serie sucesor designado / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / bAQRCELONA

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Kiefer Sutherland ha asegurado que no tiene intención de volver a ser el cazaterroristas Jack Bauer en televisión, quizá sí en el cine. Para su personaje no habrá más temporadas tras aquella posdata de hace un par de años llamada ‘24: Vive otro día’.

“Todo el gancho para que la gente viera esos capítulos fue, esto solo pasará una vez, así que deberías verlo”, dijo en una entrevista con Adweek.

“¿Y después, cuando vemos que nos funciona, decidimos que hacemos otra? No creo que eso esté bien. ¿Y cuántos días malos puede tener un tipo antes de parecer estúpido? ¡Probablemente unos siete, pero nosotros hicimos nueve!”.

Aunque el actor canadiense intente tomar distancia, para muchos Sutherland siempre será Bauer. No significa que antes no hubiera hecho otros papeles meritorios: recordemos al abusón del pueblo de ‘Cuenta conmigo’, al más temperado Doc Scurlock del western ‘Arma joven’ y, sobre todo, al líder de una banda de vampiros con estética glam metal en ‘Jóvenes ocultos’; sin su gabardina o su fantástico mullet, los 80 no cotizarían tan alto en la nostalgia pop colectiva.

Pero fue Bauer, Jack Bauer, el que definitivamente catapultó a Kiefer como héroe global. Héroe dudoso, al menos entre los no fanáticos de la administración Bush. La serie fue criticada por responder al clima post-11-S con pocos remilgos: legitimando la tortura y otros procedimientos cuestionables.

Además, hiciera Bauer lo que hiciera, nada le impedía tener trabajo enseguida a la siguiente temporada. Cero consecuencias. Pronto volvía a la acción, o, en otras palabras, a romper cuellos con los muslos.

UNA NUEVA CLASE DE HÉROE

Bauer, o Sutherland, que diga, acaba de volver a la televisión con una serie que sus productores venden como inspirada por ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’, pero que contiene menos conversaciones sofisticadas por los pasillos presidenciales que extremos subidones de adrenalina al estilo ‘24’.

Se llama ‘Sucesor designado’ y su primer capítulo está disponible desde el pasado domingo en Netflix, que distribuye la serie, pero no la produce: en lugar de poder darnos un atracón de temporada entera, habrá que esperar pacientemente una semana para cada entrega.

En principio, su personaje no es nada Bauer. Que no, de veras: Tom Kirkman es secretario de Vivienda y Urbanismo. Pero este actor no puede estar demasiado tiempo en ningún sitio sin que empiecen a volar cosas por los aires, y en este caso es el Capitolio de los Estados Unidos en pleno discurso del Estado de la Unión.

Kirkman había sido elegido “sucesor designado”, es decir, el miembro del gabinete destinado a tomar el puesto de presidente si sucede una tragedia de esas características; el concepto existe. Y así se encuentra, un poco a su pesar, convertido en máximo referente del país antes de los primeros anuncios.

¿Hacía dónde se dirige todo esto? Difícil saberlo tras solo un episodio, pero cuesta creer que en algún momento Kirkman no vaya a demostrar una inesperada habilidad con pistolas, cuchillos, destornilladores o hachas de bombero. En el piloto solo desarma con su discurso. Después del 8 de noviembre igual se prohíbe esa clase de arma.

UNA MIRADA CON HETEROCROMÍA

Al hijo de Donald (Sutherland, no Trump) no le hace falta apretar las puños para marcar la autoridad: solo tiene que sacar un poco ese susurro ronco o fijar sus ojos medio azules, medio verdes (sí, tiene heterocromía) para imponer cosa mala. Aunque haga de padre bonachón, como en esta nueva serie o la olvidada ‘Touch’, supura misterio e inspira cierta inseguridad.

Los terroristas de ‘Sucesor designado’ no tienen ni idea de con quién están jugando.