LOS JÓVENES Y EL MERCADO LABORAL

Uno de cada cinco jóvenes españoles entre 20 y 24 años es 'nini'

En el aula 8 Crece la demanda de formación de los jóvenes parados.

En el aula 8 Crece la demanda de formación de los jóvenes parados.

MERCEDES JANSA / MADRID

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Los ‘ninis’ españoles, los jóvenes de entre 20 y 24 años que ni estudian ni trabajan, se han incrementado en los últimos 10 años y han pasado de representar el 13,2% del 2006 al 22,2% a finales del 2015. En el conjunto de la Unión Europea (UE) este porcentaje es del 17,3%. Con una subida de nueve puntos, España es el sexto país de la UE con una mayor tasa de jóvenes sin ninguna ocupación educativa ni laboral y es el tercero en que esta tasa ha crecido con mayor intensidad. El primero es Italia donde este colectivo alcanza el 31,1%, según los datos publicados por la oficina estadística europea, Eurostat, con motivo del Día internacional de la Juventud que se celebra este viernes.  

Por delante de España solo están Grecia (26,1%), Croacia (24,2%), Rumanía (24,1%) y Bulgaria (24%). Chipre está empatado con España en el sexto lugar con otro 22,2%. También Italia y Grecia están por delante de España en cuanto al crecimiento de este colectivo en la última década.

En el caso contrario están Alemania, el país donde más ha descendido la tasa desde el 2006 (5,9%), seguido de Bulgaria (5,3%), Suecia (3,4%), República Checa (2,9%) y Polonia (2,8%).

ESTABILIDAD

Pese a estas variaciones el colectivo de ‘ninis’ en el conjunto de la UE ha permanecido estable en la última década, según Eurostat. En los Veintiocho hay cerca de 90 millones de personas con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, lo que supone el 17% de la población. Las estadísticas europeas apuntan a que la mayor parte de los jóvenes entre 15 y 19 años se dedican exclusivamente a estudiar (78,5%), mientras que el 11,3% compagina los estudios con un trabajo; el 3,7% sólo trabaja; y el 6,3% no hace ninguna de las dos cosas.

Los porcentajes cambian entre los 20 y los 24 años, en los que el 33% sólo estudia, el 16,9% se dedica a ambas actividades, el 32,6% únicamente trabaja y el 17,3% ni estudia ni trabaja.

Entre los 25 y los 29 años, el 8,2% estudia, el 13,5% compagina estudios y trabajo, el 58,5% sólo trabaja y el 19,7% se encuentra desempleado y tampoco cursa estudios.

BAJA LA TASA DE PARO

La salida de la crisis no ha mejorado la situación de los españoles entre 16 y 29 años aunque se ha reducido la tasa de paro juvenil, que llegó a superar el 50%, hasta el 46,48%, según la última encuesta de población activa (EPA).

Las medidas tomadas expresamente para este colectivo no han dado grandes frutos, y sólo el 25% de jóvenes se ha inscrito en la iniciativa europea de Garantía Juvenil puesta en marcha en el 2013 por el Gobierno, según el Consejo  de la Juventud. Este organismo denuncia que el 38,2% de personas entre 16 y 29 años se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión y sólo vive en condiciones dignas gracias al colchón familiar.

Más formación y empleabilidad guardan una relación bastante evidente. De hecho, otro informe de Eurostat denominado ‘Ratios de empleo de los graduados recientes’ de jóvenes de entre 30 y 34 años que han acabado su formación en los últimos tres años destaca una conclusión evidente: cuando mayor es el nivel de formación, en mayor medida son contratados. El informe destaca que los jóvenes con grado ISCED (clasificación educativa según estándares internaciones) que tienen un nivel entre el 5 y el 8 --desde grado superior de FP hasta másteres y doctorados-- son los que más fácilmente encuentran empleo. Por el contrario el nivel más bajo de empleo corresponde a quienes tienen niveles 3 y 4, que corresponden a bachillerato y FP.

VENTAJAS DE LA FORMACIÓN

El informe destaca también que los graduados con formación secundaria vocacional, equivalente al grado formativo superior, también registran un nivel de ocupación elevado, mayor, incluso que aquellos que tienen un grado secundario general.  En este sentido, el informe refleja que aquellos jóvenes con aprendizaje específico o programas formativos que aportan conocimiento o habilidades requeridos para una ocupación concreta aumentan las posibilidades de encontrar empleo.

Según los datos de Eurostat, el 79% los jóvenes con un nivel educativo terciario consiguieron empleo en el 2015, mientras que la ratio de ocupación de los jóvenes con grado vocacional fue solo seis puntos porcentuales inferior. Por el contrario, los jóvenes con una formación generalista registraron una ratio de ocupación 19 puntos porcentuales por debajo.  Con todo se reconoce un cierto desajuste, ya que  con frecuencia los jóvenes con mayor formación se ocupan en empleos para los que están sobrecualificados.