Las grandes citas del baloncesto

La era de los Warriors

Golden State conquista la NBA ante los Cavaliers de Lebron James y cierra 40 años de sequía

Euforia 8 Stephen Curry (30) y sus compañeros celebran el título de los Warriors, conquistado en la pista de los Cavaliers.

Euforia 8 Stephen Curry (30) y sus compañeros celebran el título de los Warriors, conquistado en la pista de los Cavaliers.

LUIS MENDIOLA
BARCELONA

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La fiesta se adueñó ayer de las calles de Oakland y de buena parte de la bahía de San Francisco, el hogar de los Golden State Warriors, el nuevo campeón de la NBA. El equipo de Steve Kerr selló una temporada de ensueño, que ha dominado  principio a fin, con una victoria en Cleveland (97-105) que le permitió sentenciar la final por 4-2 y tomar el relevo en el palmarés del San Antonio Spurs.

Frente al esfuerzo sobrehumano de Lebron James, de nuevo en unos números descomunales (32 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias), volvió a erigirse como un muro insalvable la fuerza y el talento de un equipo con mayúsculas, cincelado por Steve Kerr, el primer técnico debutante en alzar un título desde 1982, cuando lo logró Pat Riley.

Las lesiones de dos de sus estrellas durante los play-off, Kevin Love y Kyrie Irving, unidas a la de Anderson Varejao desde principio de temporada, han sido un carga demasiado pesada hasta para King James que, en su regreso a los Cavs, pretendía poner fin a la maldición de la ciudad de Cleveland, que no celebra desde hace 50 años un título en un deporte profesional.

«Lo intentamos todo, pero perdimos a Varejao y a dos All-Star como Love e Irving. Es demasiado talento en el banquillo. Jugamos bien pero no tuvimos suerte ni a nuestros jugadores sanos», dijo Lebron, derrotado por cuarta vez en su sexta aparición en una final.

Un balance espectacular

Con un despliegue de fantasía y atrevimiento y un estilo poco usual liderado por Stephen Curry y Klay Thompson, que ha hecho mejor a todo el banquillo (desde Barnes, Green y  Bogut, hasta los renacidos Livingston, David Lee, Barbosa o Ezeli) el legado que dejan los Warriors en esta Liga es espectacular: 83 victorias, la tercera mejor marca de siempre después de las 87 y 84 que firmaron los Bulls de Jordan.

«Sé que a lo largo del año nuestro triples han dado mucho que hablar y muchos han cuestionado si se podía ganar con ese juego. Pero lo que hace ganar es una combinación de todo, de defensa y también de ataque, y nosotros hemos sido la mejor defensa del campeonato», reivindicó Kerr.

Stephen Curry, el MVP de la temporada regular, volvió a liderar ofensivamente a los Warriors en el sexto partido, con 25 puntos, los mismos que consiguió André Iguodala, mientras Draymond Green acabó con 16 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias.

El título de mejor jugador de la final, sin embargo, no fue para Curry sino para Iguodala, el hombre que se encargó en defensa de Lebron James y aportó una media de 16,3 puntos, 5,8 rebotes y 4 asistencias. Su inclusión como titular desde el cuarto partido (no lo había sido en toda la temporada), después de que los Cavs se avanzaran 2-1, inclinó la balanza para Golden State. «Se puede discutir si debía ser para Curry o Lebron. Pero para nosotros es un justo premio, porque André sacrificó su condición de titular desde el primer partido de la temporada No se me ocurre una persona mejor», sentenció Kerr.