LA COPA DEL REY

El Barça se queda a cero

El campeón de Copa se estrena con un equipo de suplentes y un penoso partido ante el vigoroso Villanovense

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JORDI TIÓ / VILLANUEVA DE LA SERENA

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Dicen que la ilusión va por barrios. O por pueblos. Y este miércoles, en Villanueva de la Serena, brotaba a chorros. Sobre todo en el campo municipal Romero Cuerda, adecentado para la cita más histórica del Villanovense, que se comió al Barça en una primera parte que acabó 0-0 pero que para la afición fue como ganar la Champions, sobre todo porque ese marcador se mantuvo hasta el final, en un triste y decepcionante estreno copero del campeón.

Ilusión, empuje, nervio, carácter y hasta algo de mala leche. Todo eso puso el equipo extremeño ante un Barça experimental que se tomó el estreno copero cual entrenamiento en la ciudad deportiva. Mal asunto. Y, claro, las sensaciones no fueron nada buenas. Hasta preocupantes en algunos casos. Como en el de Samper, que volvía al primer equipo y que puede que desperdiciara una nueva oportunidad de convencer a Luis Enrique. Tampoco Sandro, esta vez como delantero centro, aportó nada y terminó por encararse con su marcador incapaz de tener una ocasión clara en el primer tiempo. Munir sí la tuvo, más activo, pero su disparo dentro del área se fue a la calle, literalmente.

ESPUELA Y TRAVESAÑO

En cambio, sí la tuvo clarísima el Villanovense, pero la espuela de Javi en un saque de esquina se estrelló en el travesaño para enloquecimiento general. No solo se tuteaba al Barça sino que se le apretaba el pescuezo. Ver para creer. Sí, y el que más creía era el equipo de casa, empujado por toda un pueblo como nunca antes había sucedido por estos parajes.

Mientras, del campeón de Copa había pocas noticias. Y todas malas o muy malas. Como la inoperancia en la que ha entrado Adriano cada vez que tiene opción de jugar, pocas, y serán menos si todo lo que ofrece, este miércoles como extremo, no va más allá de la mediocridad. Por allí también deambula Douglas, que sigue sin aportar nada que haga entender ni que sea un poco su fichaje por el Barça. Sí, hubo algo positivo. Por ejemplo los 90 minutos de rodaje de Vermaelen tras la lesión y la irrupción del atrevido Kaptoum, que aportó velocidad como interior en un prometedor inicio pero se fue diluyendo abusando de largas conducciones del balón.

DEBUT DE AITOR

Algo más brioso salió el equipo de Luis Enrique en el segundo tiempo, pero el empuje duró apenas nada. De hecho, el primer disparo entre los tres palos no llegó hasta sobrepasado el minuto 70. Con el Villanovense cada vez más replegado, temeroso de que el fuelle se le agotara en cualquier momento, el Barça encerró al rival, pero no pasó de ahí. Mucha triangulación, aperturas por las bandas, aspecto en el que Mathieu al menos destacó metiéndole velocidad, la misma que imprimió para defender su carril, pero todo fueron centros al bulto.

Aitor Cantalapiedra, debutante al entrar por Kaptoum, le dio algo de chispa al Barça en el tramo final, pero su brío no halló recompensa. Los últimos minutos fueron un querer y no poder del Barça y una explosión de alegria local, que empujó a los suyos hasta el último minuto, con una falta colgada en el área de Masip con la esperanza de que llegara el milagro del gol. No llegó, pero ya milagroso fue para el Villanovense empatar a cero ante el tricampeón, que se quedó sin excusas ni coartadas por más que el once titular nada tuviera que ver con el Barça de las estrellas.

El Barça se marchó con mala cara y la fiesta continuó en Villanueva, pensando ya en el viaje a Barcelona y la visita al Camp Nou. El templo del campeón de Europa, al que un equipo humilde tuteó sin complejos.