CONFLICTO LABORAL EN TMB

El metro de Barcelona volverá a la huelga del 18 al 22 de junio

La línea L-5 es una de las más colapsadas en el segundo día de huelga del Metro.

La línea L-5 es una de las más colapsadas en el segundo día de huelga del Metro. / periodico

CARLOS MÁRQUZ DANIEL / BARCELONA

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No sentó nada bien entre los trabajadores del metro que la dirección de TMB les pidiera un año de tregua para negociar sin el yugo de la huelga sobre la espalda. Cuenta Antonio Ceballos, presidente del comité de empresa, que aquello fue un “paso atrás”, que la plantilla “todavía se cabreó más de lo que estaba”. El conflicto laboral en la empresa metropolitana de transporte se prepara para la quinta oleada de huelgas, el periodo de inestabilidad más largo desde mediados de los 90. Sucederá en las madrugadas del 18 y 19 de junio y las tardes del 20 al 22 de junio. La buena noticia para los usuarios del suburbano es que la verbena de Sant Joan esquivará los paros. TMB ha calificado la convocatoria de “innecesaria”.

Primero fue el Mobile World Congress. Le siguieron el Barça-Madrid , Alimentaria y el Primavera Sound. Ahora le toca al Sónar, el festival de música electrónica más famoso del planeta, que se celebra en la capital catalana los días 16, 17 y 18 de junio y que espera recibir a 120.000 visitantes. No es baladí que la primera horneada de huelgas empiece la madrugada del segundo día de certamen, cuando los jóvenes regresan a casa en circunstancias no siempre idóneas. De hecho, la votación de los dos primeros días de paro (18 y 19) ha tenido un resultado francamente ajustado: 193 a favor, 172 en contra y 48 abstenciones.

NADA DE AGOTAMIENTO

Ceballos asegura que esta pírrica victoria nada tiene que ver con un hipotético agotamiento de los trabajadores en esta larga lucha sindical. Sucede que muchos, señala el presidente del comité, “consideran que en fin de semana hay un plus de seguridad por el hecho de que muchos vuelven a casa en metro" tras una noche de excesos. Ese es el criterio por el que finalmente se ha descartado dejar la verbena sin suburbano. De hecho, no ha llegado ni a votarse porque ha habido coincidencia en que este es “el día del año de mayor demanda de metro”.”Los trabajadores han primado la seguridad del pasaje por encima del derecho a la huelga. La unidad en la plantilla es inquebrantable”.

El 24 de junio, la Guardia Urbana suele desalojar sobre las seis de la mañana a los jóvenes que se arremolinan en las playas. Toda esa turba coge el metro para volver a casa. Dado el estado en el que bajan al andén muchos de ellos, que la espera sea de media hora podría generar momentos de gran riesgo por las previsibles aglomeraciones. La votación ha sido mucho más clara respecto a las huelgas del lunes al miércoles, con 353 empleados a favor, 31 en contra y 20 abstenciones.

A través de un comunicado, TMB ha considerado “innecesarias” estos paros, que llegan “poco después de otra semana de huelga, justo en el momento en el que se habían reiniciado las negociaciones”. “TMB sigue abierta al diálogo y demostrando en todo momento su voluntad de entendimiento, que contrasta con la continua convocatoria de huelgas que dificultan notablemente avanzar en el conjunto de acuerdos que deben constituir el futuro convenio colectivo de metro”, reza la nota.

"INEXPERIENCIA Y PREPOTENCIA"

Ceballos, en cambio, se queja de que la empresa todavía no les ha presentado una oferta en firme. Lo único que han podido llevar a la asamblea, asegura, es la propuesta de la mediadora. “La empresa nos ofrece la mitad de lo que pedimos en materia de sueldo y un 60% de nuestras demandas respecto a asuntos laborales”, señala el líder sindical, que se queja de la “inexperiencia y prepotencia de los interlocutores de la compañía”. La empresa, por su lado, recuerda que el convenio está condicionado “por las limitaciones que establecen los presupuestos públicos, los convenios de financiación del transporte metropolitano y la ley de presupuestos del Estado”.

Tras los nuevos paros llegará el verano, los meses de julio y agosto, que es cuando se incorporan a la empresa muchos trabajadores para los que la plantilla reclama mejoras sustanciales y la posibilidad de integrarse de manera fija en la estructura. Ceballos avanza la probabilidad de que también durante las vacaciones haya paros, ya que estos empleados “también querrán colaborar”.