COMISIÓN MUNICIPAL

Colau evita acusar a Garganté, cuyo voto necesita para aprobar el presupuesto

La oposición reclama sin éxito que el ayuntamiento se persone como acusación por la presiones del concejal de la CUP a un médico

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El concejal de la CUP Josep Garganté salió con un rapapolvo del resto de grupos de la oposición en la comisión municipal de Presidencia, que este miércoles se reunió con carácter extraordinario para debatir qué pensaba hacer el Ayuntamiento de Barcelona tras la denuncia de un médico que asistió a un mantero y a quien el edil presionó para que responsabilizara de las lesiones del inmigrante a la Guardia Urbana. 

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, censuró la actitud de Garganté, a quien recordó que "no todo vale" y a quien pidió "que asuma su responsabilidad política". El número dos de la alcaldesa, Ada Colau, sin embargo, se mantuvo en su postura de que el Ayuntamiento no se persone como acusación particular en la causa porque "jurídicamente no es perjudicado". Pisarello insistió, como ha hecho en otras ocasiones, en pedir "prudencia" y en que el consistorio "es el primer interesado en aclarar los hechos", pero que el tema debe dirimirlo el juez.

El próximo lunes está prevista la votación del presupuesto municipal. El equipo de gobierno (de Barcelona en Comú) precisa de los votos de PSC y ERC, más al menos uno de los tres regidores de la CUP, porque CiU, PP y Ciutadans ya han expresado su rechazo a las cuentas. La CUP tiene previsto decidir el sentido de su voto en una reunión este jueves.

AYUDAR, NO INSTRUMENTALIZAR A LOS MANTEROS

Los grupos de la oposición, a partir del vídeo de los reproches de Garganté al médico del CAP de Perecamps en el que instaba a culpabilizar a la Guardia Urbana de las lesiones del mantero, fueron este miércoles muy duros con el concejal de la CUP, a quien se le recriminó "su actitud prepotente y amenazadora" (CiU), "que intente sacar rédito político de defender a los desfavorecidos" (Ciutadans) o de "apoyar mentiras de los manteros" (ERC).

Los republicanos expresaron que "no se hace ningún favor" a los manteros "instrumentalizándolos" en lugar de instarles a que recurran a los servicios sociales o asistan a los planes de ocupación.

Todos, menos la CUP, coincidieron en respaldar la actuación de la Guardia Urbana en el caso de intentar alejar a los manteros del metro y reprocharon un respaldo más decidido de la alcaldesa, Ada Colau, en el caso, cuando es la jefa de la Guardia Urbana.  

Garganté, en representación de la CUP, se defendió a sí mismo y justificó su actitud en la defensa del derecho a la intimidad del paciente, de quien dijo había sido atendido por el médico con un agente delante. CiU y Ciutadans le recordaron que el Col·legi de Metges de Barcelona había negado este extremo afirmando que el médico tuvo tiempo de atender al paciente a solas.