EL GOBIERNO LOCAL REVISA LA ICONOGRAFÍA MONÁRQUICA EN LA CIUDAD

El Ayuntamiento de Barcelona retira el busto del rey Juan Carlos

Operarios del Ayuntamiento de Barcelona retiran el busto del rey Juan Carlos del salón de plenos municipal y lo guardan en una caja de cartón.

Operarios del Ayuntamiento de Barcelona retiran el busto del rey Juan Carlos del salón de plenos municipal y lo guardan en una caja de cartón.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El busto del rey Juan Carlos ya no preside el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona. El gobierno de Ada Colau retiró ayer la figura ante la expectación de un enjambre de periodistas. La decisión atiende a la voluntad del ejecutivo local de «revisar toda la iconografía monárquica», que considera «sobredimensionada», tanto en el edificio consistorial como en las calles de la ciudad.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, calificó de «situación anómala» la presencia de la estatua al recordar que desde que abdicara en junio del 2014 Juan Carlos ya no es el jefe de Estado,jefe de Estado de manera que, por ley, su ubicación allí no está justificada. Sin embargo, el ejecutivo de Colau no sustituyó la escultura con la imagen de Felipe VI, tal como ordena el reglamento de 1986 que regula el régimen jurídico de las entidades locales. No lo hará hasta que no acuerde con el resto de fuerzas políticas municipales de qué forma dar cumplimiento a un reglamento que solo reclama la existencia de una efigie, sin más. «Puede ser una foto o incluso un dibujo. Ya decidiremos», añadió Pisarello.

Es la primera de las actuaciones para compensar la «sobredimensión», en el ayuntamiento y en la urbe, de símbolos de la monarquía, una institución que el comisionado municipal de Estudios Estratégicos y Programas de Memòria, Xavier Domènech, definió como «constitucional, pero con cierta anomalía democrática al no ser electa, disponer de privilegios» y mostrar una trayectoria no exenta de «opacidad».

«Las líneas de actuación pretenden ser prepositivas, para hacer emerger otras memorias propias de esta ciudad que actualmente están infrarrepresentadas», adujo Pisarello. El teniente de alcalde enfatizó la significación con la causa republicana que tradicionalmente ha exhibido buena parte de la ciudad, sin que, dijo, haya podido explicitarla hasta el momento, eclipsada por el despliegue real. El ayuntamiento encargará al Instituto de Cultura de Barcelona un estudio sobre la simbología en el edificio consistorial que acabará en ocho meses con una propuesta para su posible renovación. La estatua de Juan Carlos irá a parar al Museu d'Història de Barcelona.

En ese contexto, Colau pretende entablar un diálogo con la oposición y entidades memoriales para elaborar un Plan de Actuación Memorial que incluya una revisión del nomenclátor de Barcelona y toda la simbología monárquica. La primera actuación restituirá en el cruce de Diagonal con paseo de Gràcia la estatua de la República que la dictadura franquista retiró y el ayuntamiento socialista rescató y emplazó en Nou Barris. También restituirá el medallón de Francesc Pi i Margall.

La Casa Real evitó pronunciarse sobre la decisión del gobierno municipal, informa Pilar Santos.