RICARD DURAN BARGALLÓ

Mirada moderna en los 60

En su afán por sacar a la luz el trabajo de autores injustamente olvidados, el Institut d'Estudis Fotogràfics presenta una muestra dedicada a la obra de este fotógrafo en Barcelona.

FORMAS Y TEXTURAS3 Las imágenes de Ricard Duran Bargalló pueden leerse de distintas maneras. Desde el punto de vista puramente documental ofrecen un testimonio de la Barcelona de la época mostrando sus calles, sus gentes, los edificios y los med

FORMAS Y TEXTURAS3 Las imágenes de Ricard Duran Bargalló pueden leerse de distintas maneras. Desde el punto de vista puramente documental ofrecen un testimonio de la Barcelona de la época mostrando sus calles, sus gentes, los edificios y los med

MÒNICA TUDELA
BARCELONA

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El fotógrafo Ricard Duran Bargalló (Sabadell, 1916-Barcelona, 1986) retrató con astucia y curiosidad la sociedad que le rodeaba entre los años 50 y 70. Su obra, de mirada moderna y sello particular, ha permanecido sin embargo hasta ahora en un discreto segundo plano. En su línea de recuperar a fotógrafos cuyo trabajo no ha sido suficientemente divulgado más allá de su época, el Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC) abre hoy al público una exposición dedicada a él, organizada junto al hijo del autor.

Un total de 104 fotos en blanco y negro tomadas por Duran Bargalló entre los años 50 y 70 del siglo pasado pueden verse hasta el 25 de marzo repartidas en tres salas. «Era, sin duda, un fotógrafo moderno para su época. Hoy en día muchos jóvenes se sorprenden de que sus fotos fueran tomadas tantos años atrás», comenta Miquel Galmes, presidente del IEFC. «Era capaz de pasar una sola vez por un lugar y retratar algo que otros no habían visto antes, pese a haber pasado por allí decenas de veces», añade Galmes.

VISIÓN DOCUMENTAL / La obra de Duran Bargalló tiene varias lecturas. Por un lado, la documental, la de enseñar la Barcelona de la época. «Es la ciudad del Seat seiscientos, de las procesiones, de la Diagonal vacía», comenta el responsable de la muestra. Por otro, la vertiente estética, ya que fue uno de los últimos seguidores del movimiento de la nueva objetividad.

«Para el trabajo más reflexivo usaba una cámara de medio formato. Para atrapar el instante de la vida que pasaba ante sus ojos utilizaba una de paso universal», explica Galmes.