GOLPE A UNA RED INTERNACIONAL DE NARCOTRÁFICO

Prisión sin fianza para el mayor operador del puerto barcelonés

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía habla con José Mestre instantes antes de detenerle, el 22 de junio.

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía habla con José Mestre instantes antes de detenerle, el 22 de junio.

ANTONIO BAQUERO / Barcelona

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José Mestre, propietario de la mayor terminal de carga del puerto de Barcelona, va a tener que pasar una temporada en la cárcel. El juzgado número cuatro de la Audiencia Nacional ha decretado prisión sin fianza para este multimillonario empresario, que fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía el 22 de junio después de que en el interior de un contenedor de su terminal se localizaran 202 kilogramos de cocaína pura.

Por ahora, a Mestre se le imputa un delito de tráfico de drogas por, presuntamente, haber ofrecido su entramado empresarial a una red de narcotraficantes para introducir grandes cantidades de cocaína en el puerto de Barcelona ocultos en contenedores de chatarra. No obstante, fuentes de la Audiencia Nacional no descartan que más adelante en el proceso aparezca también asociado un delito de blanqueo de capitales, muy habitual cuando, como en este caso, se trata de grandes tramas de narcotraficantes internacionales.

MAGISTRADO DE PERMISO / El caso lo está instruyendo el juez Fernando Andreu, titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional. No obstante, al encontrarse este magistrado de permiso cuando llegó el contenedor de cocaína, fueron los jueces Ismael Moreno y Fernando Grande-Marlaska los que dictaron la orden para intervenir la droga, detener a José Mestre y ordenar su ingreso en prisión.

Por el momento, José Mestre, director general del grupo Mestre y propietario de la terminal Tercat, la más importante del puerto, está recluido en la cárcel Modelo de Barcelona. Y ahí estará, por lo menos hasta que concluya la investigación, que sigue abierta y sobre la que se ha decretado el secreto del sumario.

Mestre está acusado de haberse reunido en mayo con un presunto narcotraficante mexicano venido para ultimar la estructura logística que debía permitir la entrada de la droga en el puerto y su posterior envío a una nave industrial de Madrid, donde iba a ser cortada para, de ahí, ser redistribuida por toda España.

SOLÍCITO CON LOS POLICÍAS / A los agentes de la Unidad Contra el Tráfico de Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de Barcelona y de la Udyco central del Cuerpo Nacional de Policía que participaron en la detención de Mestre y en el posterior registro de su lujosa vivienda en Pedralbes les sorprendió que el detenido no requirió en ningún momento la presencia de un abogado. No solo eso si no que, según fuentes cercanas al caso, se mostró «extremadamente solícito» con los requerimientos de los agentes. Así, abrió sin objecciones las tres cajas fuertes de la vivienda.

En la caja fuerte de su despacho había 40.000 euros en efectivo. Cuando los agentes le preguntaron sobre ese dinero, el empresario comentó que era «para los gastos corrientes de la casa». Algo semejante ocurrió cuando se localizaron 4.000 euros en la caja fuerte del vestidor de su mujer. «Es el dinero que le doy para sus gastos», dijo el empresario, que antes de salir preguntó a varios agentes cuál iba a ser la ropa más adecuada durante su reclusión.

El único incidente que se produjo durante el registro fue la irrupción en la vivienda de Juan Mestre, hermano del detenido, que exigió una explicación a los policías. El responsable del operativo le amenazó con echarlo de la casa y, con contundencia, le respondió que ahí las únicas explicaciones las pedía él.