Seis goles para una remontada de leyenda

El gol inicial de Luis Suarez.

El gol inicial de Luis Suarez. / periodico

JORDI TIÓ / BARCELONA

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Nunca Europa había asistido a nada semejante ni el Camp Nou a una noche desbordante de emociones como la de este miércoles, que pasará a la historia de la Champions y del Barça, que marcó los seis goles que necesitaba, como ya dijo Luis Enrique en la previa, porque se daba por descontado que el PSG marcaría uno.

1-0 (m. 3) El primero fue de Suárez, un gol de delantero centro pillo porque se colocó donde caía la pelota para meter la cabeza y superar la salida desbocada de Trapp. La pelota no tocó la red, pero entró más de medio metro. Suárez celebró el gol ante el suspense del Camp Nou, pero la pelota había entrado claramente.

2-0 (m. 40) Iniesta echó mano de su pillería y fe inquebrantable porque persiguió una pelota que parecía perderse por la línea de fondo. Pero el capitán le ganó la posición al defensa, sacó un taconazo prodigioso, Trapp rozó la pelota y Kurzawa se metió el gol en propia puerta. El milagro estaba más cerca.

3-0 (m. 50). Neymar forzó el penalti y Messi no falló en su turno en una noche en que no se podía errar el disparo.

4-1 (m. 87). Neymar transforma una prodigiosa falta, con un espetacular disparo con la derecha que se cuela en la portería del portero francés. La celebración fue comedida porque a falta de tres minutos para el final más el tiempo añadido, la remontada parecía imposible.

5-1 (m. 91) Neymar transforma de penalti, con suspense porque tarda un mundo en lanzar ala izquierda de Trapp. Suárez forzó la pena máxima en una decisión arbitral muy protestada por los franceses. De nuevo el milagro parecía posible pero solo quedaban cuatro minutos del tiempo añadido.  

6-1 (m. 95) El éxtasis final con el gol de Sergi Roberto, el séptimo que marca con el primer equipo y el primero que logra esta temporada. El canterano se lazó con toda la fe del mundo en busca de un centro de Neymar que parecía perderse en la nada. Y de la nada se pasó al todo, con el Camp Nou envuelto en una locura colectiva indescriptible tras culminar una remontada de leyenda.