Puyol deja el Barça

Hacía días que Carles Puyol quería dejar el Barça. Así lo había comunicado el excapitán, pero se le pidió, teniendo en cuenta la convulsa situación que vivía el club tras la negativa del TAS a aceptar el recurso contra la sanción de la FIFA, que aplazara el anuncio de esa decisión. Pero una vez fulminado Andoni Zubizarreta (16.03 horas de este lunes), Puyol se ha sentido liberado para expresar su salida del Camp Nou, el club donde ha estado toda su vida.

Una hora más tarde, ha lanzado su último mensaje a través de las redes sociales. Podía haber sido Puyol el nuevo 'Zubi' --ejercía desde hacía tres meses y medio de adjunto de este en la dirección deportiva--, pero ha elegido, sin embargo, otro camino. Tal vez vaya a Nueva York, su idea inicial cuando abandonó el fútbol el verano pasado.

No ha querido Puyol ser usado por la junta de Josep Maria Bartomeu. Ni ser tampoco víctima del proceso electoral que se avecina en el Camp Nou, sea a final de temporada o en el 2016, fecha fijada para los comicios. Se va hastiado también tras tener "la oportunidad de ver el otro lado del club". Y no le ha gustado nada lo que ha visto, aunque en su larga despedida evitó crítica alguna.

"He aprendido mucho, estoy muy agradecido y, ahora, quisiera experimentar otras cosas desde otra perspectiva y desde otros lugares", ha apuntado en su comunicado, abriendo, al mismo tiempo, una puerta de retorno al Barça. "Quiero crecer tanto personal como profesionalmente para que, en un futuro, ojalá pueda regresar a esta casa y devolveros todo lo que me habéis dado durante estos inolvidables años", subrayó el exdefensa.

Una "transición nada fácil"

Se va Puyol el mismo día que echan a 'Zubi', signo de la profunda inestabilidad que sacude a diario al Barça de Bartomeu. Tras admitir que está viviendo "una transición que no me resulta nada fácil", el excapitán cierra su etapa en el Camp Nou sin tener siquiera la posibilidad de tener un homenaje. Se va quizá a Estados Unidos para emprender nuevos proyectos, pero sin perder de vista nunca al Barça. "Me habría gustado poder despedirme de todos con las botas puestas, pero la vida no es siempre como uno desea", ha confesado el exjugador, lamentando que las rodillas, quebradas con tanta lesión, no le permitieran continuar. Y los tres meses y medio que ha pasado en un despacho de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí se han acabado este lunes.

Este es el mensaje íntegro de Puyol:

"Estos tres meses y medio me han dado la oportunidad de ver el otro lado del club. He aprendido mucho, estoy muy agradecido y, ahora, quisiera experimentar otras cosas desde otra perspectiva y desde otros lugares. Quiero crecer tanto personal como profesionalmente para que, en un futuro, ojalá pueda regresar a esta casa y devolveros todo lo que me habéis dado durante estos inolvidables años.

Sigo enormemente agradecido a los empleados, directivos, presidente y a la dirección deportiva por confiar y ayudarme en esta transición que no me resulta nada fácil. Y sobre todo a la afición, que si ya como jugador la he sentido siempre muy cerca, ahora, desde mi retirada, la siento mucho más todavía.

Me habría gustado poder despedirme de todos con las botas puestas, pero la vida no es siempre como uno desea. He sido y soy muy afortunado de sentir tanto cariño, por eso solo puedo deciros GRACIAS y que sepáis que siempre os llevaré en mi corazón".