El Barça escribe un buen final

El campeón remata el pase a semifinales ante el Athletic en una obligada reacción después de un primer tiempo lleno de sufrimiento

DAVID TORRAS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al Barça le acabó sentando bien la Copa (3-1) pero durante un buen rato se le hizo un nudo en el estómago, con el Athletic empeñado en darle la noche y el equipo incapaz de dar pie con bola, con la vista nublada y una enorme cogorza. Hasta que se despejó, recuperó la calma y el sentido, y puso a jugar como dios manda, sufficiente para dejar a los leones sin aliento y sin fuerzas, por más que no dejaron de pelear hasta el final. El campeón ya está a un paso de otra final, decidido a recorrer el mismo camino que el año pasado. Le falta un punto de chispa y frescura, pero le sobra talento. El tridente sigue con su borrachera de goles, con Neymar convertido en el gran animador, un fiestero al que solo lo paran a palos. Y ni así. 

El final del partido engulló el principio, con el Barça jugando donde le corresponde, en campo contrario y no en el suyo. Con Messi, Neymar y Suárez buscándose sin parar y regalándose pases, a menudo más de la cuenta, pero inevitables en esa singular relación que mantienen. A la que el Barça se puso serio y al Athletic le faltó el aire para presionarle, el Camp Nou dejó de sufrir y empezó al fin a disfrutar, hasta acabar lamentando goles perdidos. Quién lo iba a decir tal como empezó todo. Suárez puso orden con el empate a pase de Messi (quién si no) , y Piqué y Neymar cerraron una faena mucho más complicada de lo que dibuja el marcador. 

PRESIÓN ASFIXIANTE

El Athletic salió de la leonera y se fue a por la pieza mayor, sin pizca de miedo por más imponente que sea el Barça, decidido a no morir sin pelear, fiel a ese instinto de Valverde de jugarle lo más arriba posible, en una constante presión que aturdió a los azulgranas, incapaces de escapar de esa trampa. Mejor puesto, más intenso. más concienciado de que lo que parecía perdido todavía no lo estaba, en ese gigantesco duelo hombre a hombre siempre llevaba las de ganar un vasco. Sin Iniesta y Busquets, el Barça no encontraba ni una sola salida. Dejó de jugar a ras de tierra y solo le quedó hacer volar el balón al tridente, casi siempre de cualquier manera y casi siempre sin llegar a su destino. Un balón perdido, y otro, y otro, y el Athletic, encantado, metido en campo ajeno y achuchando.

El guión que necesitaba lo encontró a los 10 minutos. Así de rápido y así de fácil. Aduriz tuvo todo el tiempo del mundo para controlar, levantar la vista y meterle al hueco a Williams ante el que Mathieu hizo vista. Un desastre que no acabó ahí y que dejó malparados a Vermaelen y Mascherano,  superados en todo, convertidos junto con el francés en una especie de triángulo de las Bermudas porque pelota que pasaba por ahí pelota que se perdía. 

Rondó más el 0-2 (Eraso lo tuvo en la punta de la bota) que el empate, con el Barça casi sin cruzar la zona media, y con Ter Stegen convertido en el lanzador, balón va, balón viene, y balón que no llega a ninguna parte.  Y así una y otra vez, con el Camp Nou intentando empujar, pero inquieto ante un panorama tan inesperado y decepcionante.

LA VALENTÍA DE NEYMAR

El tridente andaba desaparecido, desconectado del resto, com Neymar como única referencia, siempre listo para recibir, encarar y echar a correr. En su creciente ascensión, volvió a dar una exhibición de valentía, de descaro, rápido y vertiginoso, incalcanzable en carrera, imprevisible  a pie parado, un torrente de talento al que el Athletic solo pudo combatir a palos. Y él, dale que te pego, ni un paso atrás. Al contrario. Cuanto más le dan más les busca. Y el equipo a él. Al final encontró el premio que merecía, un remate seco a la escuadra.   

La Copa pinta bien, con un camino despejado de grandes enemigos.  Uno de los que se ha quedado atrás es el Atlético, justo el rival en la Liga. El sábado toca este otro clásico. Que se afile el tridente. Y que se prepare para otra guerra.  

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"La ficha t\u00e9cnica","text":"CAMPO:\u00a0Camp Nou (63.405 espectadores)."}}