MUNDIAL DE MOTO GP

Marc Márquez: 5 razones para quedarse y 5 razones para irse de Honda

Marc Márquez, concentrado, antes de pilotar su Honda.

Marc Márquez, concentrado, antes de pilotar su Honda. / Alejandro Ceresuela

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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«Nadie está en mi cabeza. Tengo muy claro lo que quiero hacer». Marc Márquez Alentá, de 30 años, ocho veces campeón del mundo de motociclismo, anunció, la semana pasada, que no cumplirá el año de contrato que le queda con Honda (2024). Todo parece indicar que, en el 2025, correrá con una Ducati de Gresini.

Son muchos los que cuentan que MM93 se ha pasado meses dudando. Los meses en los que se ha especulado con un montón de vías no ha sido puro márketing ni ganas de provocar. Márquez y su entorno mas próximo, personal, tenía muchas dudas. Honda y Repsol han tratado de convencerle para que cumpliese el año (2024) que le resta de su fabuloso contrato, pero Marc quiere ponerse a prueba como piloto y, sobre todo, saborear, de nuevo, las mieles del triunfo.

Márquez, a los 30 años o a los 31, que será los que tendrá cuando arranque el Mundial-2024, que, al parecer, correrá con una Ducati del equipo ‘satélite’ del desaparecido Fausto Gresini, la cuarta escudería del fabricante de Borgo Panigale, quiere sumar su noveno y hasta décimo título mundial pare tener uno más que el ya mítico Valentino Rossi, el campeón cuya jubilación provocó él. Estas son cinco razones para quedarse y cinco para irse de la escudería con la que ha conseguido tantos triunfos.

CINCO RAZONES PARA QUEDARSE

Cumplir un contrato espectacular

Cumplir su contrato, después de que Honda confiase en él. En febrero del 2020, cuando nadie, nadie, ofrecía contratos de larga duración, Honda le firmó a Marc Márquez el contrato más espectacular de la historia por cuatro temporadas. En los últimos años, por lesiones y operaciones, Márquez se ha perdido la mitad de los grandes premios que se han corrido, pero Honda no ha dejado de pagarle un solo euro de su fabuloso contrato, merecido por todo lo que el piloto de Cervera (Lleida) le ha proporcionado a la firma japonesa con sus seis títulos mundiales.

Dar una nueva oportunidad a 'su' fábrica

Concederle una última oportunidad a la que es ‘su’ fábrica.

Sería un gesto generosísimo. Sería un ejemplo de valores. Sería una demostración de agradecimiento absoluto, de generosidad: tú me diste una moto campeona y yo, ahora, decido entregarte mi último año de contrato para volver a intentarlo, para demostrar que «sí se puede», pese a las dificultades.

Seguir con su segunda familia

No abandonar a su ‘segunda familia’, el equipo de su vida. Es verdad que, según cuentan, el equipo técnico, liderado por Santi Hernández y Carlos Griñán, que llevan más de una década con MM93, ha aceptado en silencio y enorme comprensión (al igual que Alberto Puig, Team Manager del equipo Repsol Honda), la decisión de Marc de abandonar Honda. Todo parece indicar que Márquez no podrá llevarse a nadie a Gresini.

Lograr otra gesta 'made in Márquez'

Protagonizar la mayor de las gestas ‘made in Márquez’. Es más fácil, mucho más fácil, ser uno más en el amplio y poderosísimo equipo Ducati y máxime cuando tu hermano te cuenta al oído que tú ganarías, no con la ‘Desmosedici’ del 2024, sino hasta con la del 2022, porque esa moto es un cohete. Así que es evidente que el gesto de coraje, de complicidad, de implicación, de casi heroicidad, sería quedarse y protagonizar una resurección ‘made in Márquez’ a lomos de una Honda, que, sin ser la Ducati, podría permitirle pelear en cabeza.

Darle en los morros a la 'Italia hater'

Seguir en Honda y darle en los morros a la Italia que le odia.     Valentino Rossi, el mito, el ‘influencer’ del motociclismo italiano y el deportista que tiene el mayor ‘lobby’ periodístico del país, ha provocado y alimentado el odio que toda Italia siente por Marc Márquez. Ahora, todos ellos asisten, divertidos, creciditos, a la necesidad, según ellos, que Marc tiene de refugiarse en ‘casa Ducati’ para tratar de volver a ser, con una moto italiana, el que fue. Haberse quedado en Honda hubiese sido la forma de abortar esas risas. Hubiese sido demasiado hermoso, sí.

CINCO RAZONES PARA IRSE

Una moto perdedora

Honda no está en condiciones de darle una moto ganadora. MM93 se ha cansado de esperar. Honda no ha sido capaz de poner en sus manos una ‘Ducati’ japonesa y tampoco le ha ofrecido un proyecto que le convenza de que eso ocurrirá en los próximos años. Honda sigue anclada en su historia y no quiere europeizarse.

Ponerse a prueba

Desea ponerse a prueba, quiere saber si aún es un ganador. Marc habla y se engaña al decir que su ‘zona de confort’ es seguir en Honda. No, si se queda en Honda, lo que menos tendría es confort. Marc deja Honda porque su zona de confort es ganar y ganar. Marc quiere saber si, después de cuatro años sin aspirar al título, aún es el de siempre, el piloto agresivo que estalló en MotoGP.

Un reto (también) profesional

Tras la revolución personal, llega la revolución profesional. Márquez se separó de Emilio Alzamora, su manager de toda la vida, se fue a vivir a Madrid, creó su propia productora, su agencia de representación, dio un vuelco a su vida «porque ya tocaba». Ahora llega el cambio profesional: dejar la moto de toda su vida y probar algo nuevo, diferente. Otro reto.

Harto de caerse

Marc está harto de caerse con esta Honda y hacerse daño.     A falta de seis grandes premios, de 12 carreras, Marc se ha caído 22 veces con una Honda que no le permite ser él ni explotar su agresivo y determinante pilotaje. Lo ha intentado de cien maneras y ha sufrido varias fracturas y un montón de lesiones. Está harto y quiere intentar conseguir una moto que, con idéntico riesgo, le permita no solo recuperar su liderazgo en la parrilla de MotoGP sino, incluso, divertirse pilotando, cosa que, en los últimos años, solo ha conseguido en contadísimas ocasiones. Y, además, quiere ganar muchos más mundiales, sí.

Ganar con Ducati

Ganar con Ducati, cosa que no logró Rossi durante dos años. Marc sabe que su apuesta es difícil, pero confía ciegamente en sus habilidades, pilotaje, potencial, determinación e ilusión. Sabe que se va al cuarto equipo de Ducati (siempre y cuando se confirme su fichaje por el ‘team’ Gresini), pero el reto de ganar con la moto con la que no ganó Valentino Rossi es muy tentador. E, incluso, provocar un auténtico tsunami con sus victorias, no solo en la factoría de Borgo Panigale sino también en los medios de comunicación italianos, que no le perdonan que jubilase a su idolatrado ‘Doctor’.