Informe Copernicus

Los desastres climáticos han causado 150 muertos y pérdidas de 13.400 millones en Europa en el último año

El último gran informe sobre el estado del clima en Europa revela un empeoramiento de todos los indicadores climáticos

Europa bate su récord de producción de renovables: el 43% de la energía producida en el continente es verde

Decenas de personas circulan por una calle afectada por una inundación en el municipio italiano de Faenza.

Decenas de personas circulan por una calle afectada por una inundación en el municipio italiano de Faenza. / Fabrizio Zani / Ansa / Pasquale Bove / Europa Press

Valentina Raffio

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La crisis climática ha envuelto a Europa en una era de extremos climáticos. Según apunta el último balance anual del Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año pasado el Viejo Continente experimentó, por un lado, olas de calor cada vez más extremas y, por el otro, un auge de tormentas extremas e inundaciones. A lo largo de 2023, los desastres climáticos por sí solos causaron alrededor de 150 muertes y pérdidas de más de 13.400 millones de euros en el conjunto de los países europeos. "La crisis climática es el mayor desafío de nuestra generación. El coste de la acción climática puede parecer elevado, pero es mucho mayor el de la inacción", destaca Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial, tras la publicación de estas cifras.

El último gran informe sobre el estado del clima en Europa arroja, un año más, un balance preocupante. 2023 fue uno de los años más cálidos desde que existen registros. Los termómetros europeos estuvieron por encima de lo normal durante 11 meses seguidos y en septiembre registraron las cifras absolutas más altas jamás observadas. También se observó un récord de días de estrés térmico extremo. "La exposición prolongada al estrés térmico puede agravar algunas enfermedades y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor, especialmente entre las poblaciones vulnerables", advierte el estudio, que también señala que en los últimos 20 años la mortalidad relacionada con el calor se ha disparado alrededor de un 30%.

"El coste de la acción climática puede parecer elevado, pero es mucho mayor el de la inacción"

Celeste Saulo

Más allá del calor extremo, en el norte del continente europeo también se ha registrado un repunte de las tormentas extremas y de las inundaciones. Los registros muestran que a lo largo de 2023 al menos un tercio de la red fluvial europea experimentó una crecida del caudal de sus ríos y rebasó el umbral de inundación alta. Estos desastres climáticos por sí solos afectaron a más de 1,6 millones de personas y provocaron alrededor del 81% de las pérdidas económicas del año relacionadas con desastres climáticos. Según recoge la Base de Datos Internacional sobre Catástrofes (EM-DAT), las borrascas registradas en Europa el año pasado le arrebataron la vida a 63 personas y las inundaciones a 44 más.

El otro gran desastre natural registrado el año pasado fueron los incendios forestales, que afectaron a más de 550.000 personas en todo el continente europeo, dejaron más de 500.000 hectáreas quemadas y causaron 44 decesos más. Los fuegos se produjeron, s obre todo, a lo largo del verano en países del arco mediterráneo como Portugal, España, Italia y Grecia. En julio, coincidiendo con una ola de calor extremo, el país heleno sufrió el mayor incendio forestal jamás registrado en Europa con más de 96.000 hectáreas calcinadas. Según apuntan los expertos, aunque este tipo de fenómenos siempre han existido, la crisis climática está creando las condiciones para que los incendios sean cada vez más extremos. "En los últimos veranos, Europa ha sufrido más y mayores incendios y una temporada de incendios más larga", apunta el análisis.

Indicadores en rojo

Todos los indicadores sobre la salud climática Europea muestran cifras preocupantes. Según el último balance de Copernicus y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año pasado los océanos y mares del Viejo Continente registraron la temperatura más alta jamás observada. En junio, en algunas zonas, las aguas incluso llegaron a registrar temperaturas hasta 5 grados por encima de lo normal para la época. En las aguas del Mediterráneo, el verano pasado se alcanzaron casi los 30 grados en una época en que, de normal, los termómetros marinos no deberían superar los 25 o 26 grados. Se trata de una de las cifras más altas jamás registradas en las costas europeas.

Los océanos han registrado su récord de calor y los glaciares europeos han sufrido una "pérdida excepcional" de nieve

El aumento de las temperaturas no solo se reflejó a lo largo del verano sino que, un año más, también alteró los registros de otras estaciones. Y eso ha acabado repercutiendo, por ejemplo, en la extensión de la nieve. Los registros señalan que en gran parte de Europa, sobre todo en la zona central y en los Alpes, se registró un importante descenso de los días de nieve. Los glaciares alpinos, por ejemplo, sufrieron una "pérdida excepcional" de hielo. En parte debido a la baja acumulación de la nieve en invierno y, en parte, al deshielo acelerado causado por las olas de calor. En total, se calcula que, entre 2022 y 2023, los glaciares de los Alpes han perdido un 10% de su volumen y están en mínimos históricos.

En el extremo norte del planeta, en el Ártico, la extensión del hielo marino se mantuvo por debajo de lo normal durante casi todo el año. En su máximo anual, alcanzado alrededor del mes de marzo, la extensión del hielo marino fue un 5% inferior respecto a lo normal para la época. Y en su mínimo, observado en septiembre, el hielo ártico se situó un 18% por debajo de lo normal. En cuanto a temperaturas, 2023 fue el sexto año más cálido desde que existen registros en el Ártico. También fue el segundo año con más emisiones relacionadas con incendios forestales.

"Los datos son alarmantes, pero también son una herramienta fundamental para impulsar la transición que necesitamos"

Mauro Facchini

"Los datos presentados en el Estado Europeo del Clima son alarmantes, pero también son una herramienta fundamental para impulsar la transición que necesitamos para hacer frente a la crisis climática", afirma Mauro Facchini, responsable de Observación de la Tierra en la Dirección General de Industria de Defensa y Espacio de la Comisión Europea. "Debemos avanzar hacia un modelo energético sostenible y una reducción neta de los gases de efecto invernadero para convertirnos así en el primer continente climáticamente neutro en 2050", añade tras la publicación de este informe. 

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