Temperatura del mar

Aguas a casi 30 grados: el mar Mediterráneo vuelve a 'hervir' con el calor extremo

Estos son los efectos de un mes de ola de calor en el Mediterráneo

Incendio en las aguas del Mediterráneo: "Hay paisajes marinos que han quedado calcinados"

Turistas en la playa de Barcelona.

Turistas en la playa de Barcelona. / EFE

Valentina Raffio

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El avance del calor extremo no da tregua ni en tierra ni en mar. Esta semana, mientras las estaciones meteorológicas terrestres registran temperaturas muy por encima de los 40 ºC en varios puntos de Europa, las aguas del Mediterráneo también han registrado un incremento extremo de las temperaturas. En los últimos días, según reflejan varios observatorios, la superficie de este mar ha estado entre tres y cinco grados por encima de lo normal para esta época del año. En algunos puntos se han llegado a rozar los 30 ºC, una de las cifras más altas desde que existen registros.

Hasta ahora, lo normal para esta época del año era que las aguas del Mediterráneo estuvieran entre los 25 y los 26 ºC de media (es decir, a la misma temperatura que una piscina climatizada estándar). Pero en los últimos años, debido al avance del calentamiento global y al impacto de olas de calor cada vez más intensas y frecuentes, los termómetros marinos están registrando temperaturas muy por encima de lo habitual y cada vez más olas de calor. Esta semana, sin ir más lejos, se han rozado los 30 ºC en las costas de Palma de Mallorca, Nápoles y Venecia (Italia), Antalya (Turquía) y Pafos (Chipre). En Barcelona, según los últimos registros, el mar ha estado a casi 28 ºC.

Las aguas de Barcelona han registrado picos de hasta 28 ºC en la última semana

El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) corrobora que en estos momentos estamos entre tres y cinco grados por encima de los valores habituales para esta época del año. Las zonas más afectadas por el calor extremo marino se concentran, sobre todo, en el sur de España y de Italia, amplias zonas del Mar Adriático y el norte de África. La red de satélites europeos Copernicus confirma, desde las alturas, el impacto de esta ola de calor marino en las aguas del Mediterráneo. "La ola de calor marino está intensificándose, especialmente alrededor del Estrecho de Gibraltar", añade la entidad.

Dos años seguidos

El aumento de las temperaturas en del Mediterráneo alerta pero no sorprende. Según apuntan los estudios más exhaustivos realizados hasta la fecha, este mar continental destaca desde ya como uno de los puntos calientes de la crisis climática. El agua de esta región se está calentando tres veces más rápido que los demás océanos del globo. Desde 1980 hasta ahora, se estima que la temperatura del Mediterráneo ha aumentado 1,1 grados de media. Además, también se ha observado un aumento de la frecuencia y la intensidad de las olas de calor marinas. "Lo que antes eran episodios excepcionales se están convirtiendo, lamentablemente, en una nueva normalidad", comentan los expertos.

La temperatura de las aguas ha subido más de 1 grado de media y las olas de calor marino se han intensificado

Hace años que la comunidad científica venía advirtiendo de que algún día, seguramente dentro de varias décadas, el Mediterráneo podía convertirse en un 'hervidero' con máximas de hasta 30 ºC. Esta previsión no solo se ha cumplido sino que, además, se ha adelantado hasta nuestros días. El año pasado, durante el verano del 2022, también se registraron temperaturas cercanas a los 30 ºC en varias regiones mediterráneas. Ya entonces, los expertos advirtieron que estábamos ante "una de las olas de calor marino más intensas y prolongadas desde que existen registros". Un año más tarde, tal y como confirman los registros, este fenómeno "sin precedentes" ha vuelto a repetirse por segundo año seguido.

Si los pronósticos se confirman, y las temperaturas se mantienen al alza durante las próximas semanas, el calor "extremo y prolongado" que ahora mismo sufre el mar Mediterráneo podría tener graves consecuencias en varios ámbitos. Los biólogos vislumbran posibles episodios de mortalidad masiva de especies y ecosistemas marinos hacia finales de verano (de la misma manera que ocurrió hace justo un año, cuando el calor extremo dejó paisajes marinos totalmente 'calcinados'). Los meteorólogos, por su parte, alertan de un aumento el riesgo de lluvias torrenciales más intensas de cara al próximo otoño.