Venus atrapamoscas, así es la planta carnívora en peligro de extinción más popular del mundo

Ya lo dijo en el siglo XVII el filósofo inglés Thomas Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre". Pero, además, es un depredador para todo tipo de especies animales y vegetales.

Desde el almiquí, un pequeño mamífero insectívoro -considerado como el último superviviente de una familia de mamíferos que se remonta a la época de los dinosaurios- hasta el 97% de los peces migratorios, según un reciente informe hecho público por científicos de la ONU, pasando por un sinfín de especies animales y vegetales, entre las que podemos encontrar orquídeas, palmas y árboles de madera preciosa, flores silvestres, hierbas medicinales, algunos cactus y muchas plantas carnívoras, que están en peligro de extinción debido a la destrucción de los humedales y la contaminación.

Movimientos bruscos para 'cazar'

Entre estas últimas se encuentra la Dionaea muscipula, también conocida como Venus atrapamoscas, un tipo de planta carnívora que apresa a sus víctimas mediante movimientos bruscos. La planta en cuestión atrae a las presas por sus vivos colores y sus fragancias apetecibles. Cuando la víctima se posa en su interior para recolectar el néctar, la planta la detecta, gracias a los sensibles tricomas o protuberancias que se encuentran en su interior, y en cuestión de segundos se cierra, atrapando al insecto en su interior.

Plantas carnívoras: qué cuidados necesitan y cómo son sus trampas mortales

De hecho, el sistema de trampa activa de cepo o boca es el que utiliza la planta inmortalizada por el director Roger Corman como Audrey Júnior o Audrey 2 en 'La pequeña tienda de los horrores', una comedia negra de serie B que rodó en dos días y medio en 1960.

La Dionaea muscipula es una planta altamente apreciada por los aficionados a la jardinería y botánica debido a sus características singulares. Originaria de humedades y pantanos del sudeste de Estados Unidos, esta planta se distingue por sus hojas transformadas en trampas que se cierran rápidamente al detectar movimientos, atrapando así insectos y arañas para obtener parte de sus nutrientes.

Amenazas

Aunque no se encuentra actualmente en peligro crítico de extinción, sí se encuentra en peligro de extinción por las amenazas externas que sufre, como la destrucción de su hábitat natural por las actividades como la urbanización y la agricultura intensiva. La recolección ilegal de estas plantas por parte de coleccionistas y comerciantes de plantas exóticas también afecta a sus poblaciones silvestres, especialmente si no se realiza de manera sostenible.

Además, la contaminación del agua y el suelo, provocada por pesticidas agrícolas, desechos industriales y otros contaminantes, representa una amenaza seria para la Venus atrapamoscas, que es altamente sensible a la calidad del agua y requiere suelos no contaminados para prosperar. Las invasiones de especies exóticas también pueden afectar negativamente al Venus atrapamoscas, al competir por recursos y alterar los ecosistemas donde habita.

Cambio climático

El cambio climático es otra preocupación importante, ya que puede alterar los patrones climáticos y afectar la capacidad del Venus atrapamoscas para reproducirse, crecer y sobrevivir. La educación pública sobre la importancia de conservar estas especies únicas y la implementación de prácticas de gestión sostenible son fundamentales para garantizar su preservación a largo plazo.

Características principales

Sus principales características incluyen hojas en forma de trampa con pequeños pelos sensitivos que desencadenan su cierre al ser estimulados, la producción de flores blancas en primavera, un tamaño compacto que oscila entre los 10 y 20 centímetros de diámetro, y una preferencia por la exposición directa a la luz solar y un suelo bien drenado.

Para su cuidado adecuado, si se quiere tener una en casa, se recomienda mantener un nivel alto de humedad, evitar el agua con minerales utilizando preferiblemente agua destilada o de lluvia, no alimentar artificialmente las trampas, podar las hojas muertas para fomentar un crecimiento saludable y permitir su letargo durante los meses más fríos del año. Durante esta época, es normal que la planta disminuya su crecimiento y que algunas hojas se vuelvan marrones y mueran, por lo que conviene podar estas trampas muertas -para fomentar el crecimiento de nuevas hojas sanas- y colocar la planta en un área fresca y bien iluminada durante el invierno.

En cuanto al riego, es fundamental mantener el suelo constantemente húmedo, pero no empapado, utilizando agua destilada y evitando el riego por arriba, para no dañar los pelos sensitivos de las trampas.