EnGiDi lanza su casco inteligente con tres programas piloto por tierra, mar y cable

El primer prototipo de EnGiDi fue posible tras un salto en paracaídas. "Nos presentamos a un concurso de emprendedores en Madrid, donde teníamos que presentar nuestro proyecto tirándonos desde un avión. En 30 segundos, lo que tardas en desplegar el paracaídas. Se tiró mi socio y lo clavó", cuenta uno de los fundadores de esta 'start up' barcelonesa, Ignacio Massana.

Su invento es un casco de seguridad inteligente, que recoge datos a pie de obra sobre el estado y la posición geográfica de los trabajadores. Con este 'big data' y la tecnología 'Narrowband', que monitoriza en tiempo real, prevén accidentes y, en caso de producirse, el dispositivo permite disminuir el tiempo de reacción para socorrer al trabajador. "En términos de seguridad no puedes fallar, o eres 100% fiable o no entras en el sector", explica el futuro director de operaciones de la todavía 'start up'.

EnGiDi comenzará el 12 de diciembre su primer programa piloto con tres grandes empresas de infraestructuras españolas: Ferrovial, Marina 92 y Telefónica. Para dar el salto a estas colaboraciones con empresas de primer nivel, en lo que el mercado de infraestructuras se refiere, el acompañamiento de Wayra, el hub de innovación de la compañía de Telefónica, fue "clave", según define Massana. El 2018 será su primer año de facturación y, con los ingresos fruto de su vinculación a dichos proyectos, esperan alcanzar la cifra de los 400.000 euros.

Estas tres empresas representan los tres principales sectores –construcción, puertos y telecomunicaciones- en los que Massana considera que tienen sus mercados prioritarios. "Esperamos poder empezar un piloto antes de acabar el año con una planta de compostaje en Hostalets de Pierola (Barcelona)", comenta uno de los cofundadores. La minería a cielo abierto es otro potencial objetivo y, entre otros, por ello abrieron su única sucursal en Chile. Allí llegaron tras realizar una visita apadrinados por la European Enterprise Network. "Es nuestra puerta a otros mercados estratégicos, como Brasil, Perú e incluso Australia, por la importancia de la minería en este país y sus contactos históricos con el sector", explica. Massana todavía no puede dar nombres, pero afirma tener ya prácticamente cerrados otros dos pilotos, uno con una forestal de Chile y otro con una minera de Australia.

Lo que sí es ya oficial es que en diciembre lanzan con sus tres primeros pilotos con el coste a cargo de las empresas donde operarán y el compromiso de, después de un año, formalizar un contrato para hacer estables sus servicios. "Una vez salgamos a mercado venderemos el servicio completo: dispositivo, plataforma y estudio de seguridad por 1 euro al día por dispositivo y por día trabajado. Nuestra previsión es hacer una primera tirada de 10.000 dispositivos", declara Massana.