Urbanismo

El Ajuntament de Barcelona pone en marcha las obras de la segunda promoción de vivienda pública en la Trinitat Vella

El proyecto, diseñado para realojar a familias que viven en situación precaria, prevé la construcción de 53 pisos alrededor de la prisión

Obras del proyecto de vivienda pública en la Trinitat Vella, Barcelona.

Obras del proyecto de vivienda pública en la Trinitat Vella, Barcelona. / Ajuntament de Barcelona

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El Ajuntament de Barcelona pone en marcha la construcción de las viviendas públicas a los alrededores de la prisión de la Trinitat Vella. Ya se ha puesto la primera piedra de los 53 pisos en que se realojarán a las familias de la zona que actualmente viven en edificios próximos al centro penitenciario en una situación de habitabilidad precaria.

Esta es la segunda obra que se pone en marcha en este espacio, después de que a finales del 2022 ya empezaran los trabajos de una primera promoción formada por 41 pisos, que se prevé que queden terminados durante el último trimestre de 2024, mientras que la segunda fase acabará en 2026.

Una vez finalicen estos dos proyectos y se concluya el derribo de la prisión de la Trinitat Vella, se levantarán 35 más, llegando a un total de 129 pisos de vivienda pública. La inversión del consistorio será de 12 millones de euros, que se suman a los 8 millones que inicialmente se dedicaron a la primera promoción.

La obra es fruto del acuerdo del 2021 con la Generalitat por el traslado de las antiguas prisiones de Wad-Ras y la Trinitat Vella a la Zona franca.

¿Cómo serán los pisos?

El nuevo bloque de 53 pisos tendrá un patio interior que será una plaza pública, y a la que darán los cuatro vestíbulos de la promoción. En cuanto a las dimensiones, cuarenta pisos serán de tres habitaciones y tendrán entre 74 y 79 metros cuadrados, nueve serán de dos habitaciones y tendrán entre 58 y 66 metros cuadrados y cuatro serán de cuatro habitaciones, con una superficie de entre 81 y 89 metros cuadrados.

Además, se contempla que todos los dormitorios sean exteriores, y el diseño de las viviendas está pensado para que puedan adaptarse a la evolución de las familias a lo largo del tiempo. El edificio se ha creado teniendo en cuenta criterios sostenibles que garantizan una baja demanda energética, y se ha apostado por el uso de materiales libres de tóxicos que harán los pisos más saludables.