Guerra en Oriente Próximo

Dimite el jefe de la inteligencia de Israel tras asumir los errores por el ataque de Hamás del 7 de octubre

La renuncia de Aharon Haliva, la primera de un alto cargo militar o político, ejerce más presión sobre el Gobierno, que insiste en posponer el rendimiento de cuentas hasta que termine la guerra

Guerra de Israel y Gaza, en directo hoy: últimas noticias del conflicto en Oriente Próximo

Archivo - El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (i), da la mano al jefe de la Inteligencia del Ejército israelí Aharon Haliva (d), en una fotografía de archivo

Archivo - El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (i), da la mano al jefe de la Inteligencia del Ejército israelí Aharon Haliva (d), en una fotografía de archivo / Amos Ben Gershom/Gpo/Dpa - Archivo

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

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Han tenido que pasar casi 200 días desde el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, probablemente el peor error de la inteligencia israelí, para que llegara la primera dimisión. Este lunes el jefe de los servicios de Inteligencia del Ejército de Israel, Aharon Haliva, ha presentado su dimisión por su "responsabilidad" en los ataques ejecutados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados, y ha reclamado el establecimiento de un comité de investigación para analizar los fallos de seguridad en torno al suceso. Esta dimisión eleva la presión sobre las autoridades políticas, encabezadas por el primer ministro, Binyamín Netanyahu, que siguen posponiendo la asunción de responsabilidades y el rendimiento de cuentas por el día más oscuro de su historia hasta el final de la guerra.

"La Dirección de Inteligencia bajo mi mando no cumplió con su tarea", ha reconocido Haliva en la carta que ha mandado al jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi. "He llevado ese día negro conmigo desde entonces, todos los días, todas las noches; siempre soportaré el terrible dolor de la guerra", ha lamentado. Haliva ya reconoció su responsabilidad por los sucesos ocurridos el 7 de octubre tan sólo 10 días después de los hechos pero dijo entonces que dimitiría cuando las circunstancias fueran las adecuadas. Por ahora, no se conoce su reemplazo y la renuncia no se hará efectiva hasta que tome el cargo su sustituto. El Ejército ha informado en un comunicado que "el jefe de la División de Inteligencia, Aharon Haliva, en coordinación con el jefe del Ejército, ha pedido que se ponga fin a su mandato por su responsabilidad de mando en los sucesos del 7 de octubre".

De vacaciones

Tras asumir sus errores, Haliva, con 38 años de servicio en el Ejército israelí, ha pedido la creación de un comité estatal "que pueda investigar y determinar de forma exhaustiva, en profundidad y precisa, todos los factores y circunstancias que llevaron a esos difíciles acontecimientos". "Sabía que junto a la autoridad iba ligada una gran responsabilidad", ha dicho en su carta de dimisión, en la que también ha destacado las acciones militares de Israel en Gaza desde el 7 de octubre. El Ejército ha confirmado que la decisión "cuenta con la aprobación del ministro de Defensa", Yoav Gallant, y ha resaltado que "Haliva pondrá fin a sus funciones y se retirará una vez que su sustituto sea nombrado en un proceso ordenado y profesional".

Haliva se convierte así en el primer alto cargo político o militar de Israel en presentar su dimisión por los fallos de seguridad en torno a los ataques ejecutados por Hamás y la Yihad Islámica el 7 de octubre. Esta renuncia llega en el momento en que el Ejército israelí está llevando a cabo investigaciones sobre sus fracasos en el período previo a la masacre de Hamás del 7 de octubre, que datan hasta de la década anterior, a partir del final de la guerra de Gaza de 2014. Aquel fatídico día Haliva estaba de vacaciones en Eilat. Según informan medios israelíes, alrededor de las tres de la mañana se le informó sobre "ciertas señales provenientes de Gaza" sobre un ataque inminente, pero él mismo no participó en consultas en los niveles más altos del Ejército sobre esas indicaciones y no estaba disponible por teléfono para ellas. La entrada de 3.000 militantes de Hamás arrasó con las comunidades fronterizas de Israel, motivando una ofensiva contra la Franja de Gaza que deja hasta la fecha cerca de 34.100 muertos.