Guerra en el este de Europa

La desesperación se apodera de Ucrania ante el continuado bloqueo de la ayuda militar de EEUU

Zelenski ha avisado de que si el país no recibe las ayudas comprometidas por sus aliados occidentales "todo será destruido"

Directo | Última hora de la invasión rusa de Ucrania

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, durante una visita a la línea de defensa planificada en la región de Járkov.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, durante una visita a la línea de defensa planificada en la región de Járkov. / PRESIDENCIA DE UCRANIA / EFE

Irene Savio

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"Ucrania necesita desesperadamente sistemas de defensa antiaérea". Esta afirmación, hecha a EL PERIÓDICO por Yury Zbanatskiy, experto militar ucraniano, coincidía esta semana perfectamente con el clima de angustia extrema en Ucrania ante la creciente escasez de municiones para defender las ciudades del país, debido al actual bloqueo republicano en el Congreso estadounidense de la ayuda militar prometida por EEUU. Sin ella, "todo será destruido, morirá mucha gente, será un baño de sangre, hablamos de cientos de miles de víctimas", ha dicho el propio presidente del país eslavo, Volodímir Zelenski.

Una petición no nueva, pero insólitamente dramática, que revela la desesperación de las autoridades ucranianas ante el espectáculo de bombardeos constantes y centrales eléctricas reventadas (como la de Ukrainka, en el óblast de Kiev, arrasada completamente el jueves), atormentadas ahora también por nuevas tácticas empleadas por el Ejército ruso, como el creciente uso de bombas planeadoras ('glide bombs'). El temor es que esto marque una nueva fase, aun más dolorosa para Ucrania, después de meses en los que el país no ha sufrido derrotas catastróficas en el campo de batalla (el frente apenas se ha movido) y ha podido en parte proteger a sus principales ciudades y algunas infraestructuras estratégicas de los ataques rusos.

El panorama que describe Zbanatskiy es desolador. "La amenaza número uno ahora mismo son las bombas planeadoras, que son baratas y permiten atacar a diario las posiciones ucranianas pero también las ciudades, especialmente las cerca del frente, como Járkov, Jersón y Sumi. La segunda amenaza es el uso de misiles balísticos; Kiev es la única ciudad que puede presumir una protección más o menos efectiva. Además de ello, Rusia ha intensificado el uso de misiles de crucero subsónicos y drones iraníes. Todo eso está agotando nuestras reservas", dice este analista sénior especializado en fuerzas aéreas de Militarnyi. Esta semana, EEUU anunció la venta los veteranos misiles Hawk por 138 millones de dólares para Ucrania, pero este sistema no es considerado adecuado para contrarrestar misiles balísticos o hipersónicos.

Sin opciones

Mykola Belieskov, experto del Instituto de Estudios Estratégicos de la capital ucraniana, comparte este análisis y también apunta el dedo directamente a Washington. "Con excepción de un paquete de ayuda militar estadounidense recibido en el primer trimestre de 2024 y aunque el sostén de EEUU es esencial para la defensa aérea, Ucrania no ha recibido nada este año y los paquetes del cuarto trimestre de 2023 también han sido relativamente pequeños", dice Belieskov. "Al mismo tiempo, Rusia atormenta a Ucrania con constantes ataques de cientos de misiles, UAVs y bombas planeadoras. Es por eso que no podemos aguantar indefinidamente con los suministros agotados", añade, en declaraciones a EL PERIÓDICO. Según estimaciones, el Ejército ruso ha usado 3.500 bombas aéreas guiadas en lo que va de este año, un aumento significativo con respecto a 2023.

La defensa aérea es vista como importante para que el país no caiga también por el respetado International Institute for Strategic Studies. "Kiev se enfrenta a la amenaza de que la guerra de desgaste en el dominio aéreo favorezca cada vez más a Rusia sin un apoyo adecuado de Estados Unidos y sus aliados. La capacidad de Ucrania para seguir contrarrestando las amenazas aéreas rusas e imponer castigos a las Fuerzas Aeroespaciales Rusas sigue siendo importante para el resultado de la guerra", ha escrito el instituto. Por su parte, el alemán Bild ha dicho que el país ya habría agotado sus Iris-T y Patriot, considerados los más eficaces para esta defensa. 

Para más inri, la situación terrestre tampoco es de las mejores. Esta misma semana, el general estadounidense Christopher Cavoli, comandante de EEUU en Europa, declaró por escrito al Congreso que las fuerzas rusas han reemplazado sus pérdidas en el campo de batalla "mucho más rápido" de lo esperado. "El mensaje general que les daría es que [el Ejército ruso] ha vuelto a crecer hasta donde estaban antes [de febrero de 2022]", dijo el general. Todo ello con el preámbulo que, si bien Europa sigue proporcionando ayuda a Ucrania (el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, prometió recientemente que la UE hará "más y más rápido"), esta de momento no es considerada ni suficiente en cantidad ni por rapidez de entregas para las necesidades del país.

Presión terrestre

En los campos de batalla, "tenemos múltiples problemas, desde el reclutamiento y entrenamiento hasta la falta de material y municiones", coincide Zbanatskiy, que aun así descarta un colapso inmediato de los frentes ucranianos, como recientemente fuentes militares cercanas cercanas a Valeri Zaluzhni dijeron a la revista Politico. "Debe tenerse en cuenta que los rusos han programado una nueva etapa de movilización para este verano y necesitarán tiempo para entrenar a este personal", dice.

Un dato ejemplifica la presión que están sufriendo también zonas recuperadas por Ucrania el año pasado, en la contraofensiva del verano: la última decisión del gobernador de Járkov, Oleg Sinegybov, de ordenar la evacuación de otros tres de sus distritos, cuando también se temen ataques masivos contra Járkov y Odesa. Lo que se añade a la situación de malestar interno por la reciente ley de movilización de civiles aprobada esta semana por el Parlamento ucraniano. Otra medida calificada por algunos observadores como fruto de la desesperación ucraniana, dada que ahora será mucho más fácil que personas que hasta ahora han evitado ir a la guerra reciban una citación.

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