Último adiós

El opositor ruso Alekséi Navalni será enterrado este viernes en Moscú

MULTIMEDIA | Exilio o muerte: el trágico destino de los opositores en Rusia

Muere en prisión Alekséi Navalni, líder opositor ruso y enemigo número uno de Putin

Homenaje a Navalni en Barcelona este domingo

Homenaje a Navalni en Barcelona este domingo / JORDI OTIX

Àlex Bustos

Àlex Bustos

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Finalmente, el disidente ruso Alekséi Navalni, uno de los enemigos políticos de Vladímir Putin, podrá descansar en paz en Moscú, rodeado de sus allegados el próximo viernes 1 de marzo. Según anunció en redes sociales la portavoz del equipo del mismo opositor, Kira Yarmysh, el último adiós será en el distrito de Marino, donde vivió con su familia antes de su envenenamiento en 2020. Tras la ceremonia, el cuerpo será enterrado en el cementerio Borisovkoye de la misma capital rusa.

Navalni murió el pasado 16 de febrero en la colonia de régimen especial de Jarp, en el Ártico ruso. Tanto su equipo como su esposa, Yulia Navalnaya, han acusado al Gobierno ruso y a Putin de estar detrás de su muerte, algo que el Kremlin ha negado reiteradamente. Después del fallecimiento hubo un tira y afloja entre la familia y las autoridades rusas, debido a la presión de estas últimas. La madre del opositor denunció que le propusieron una ceremonia secreta, con objeto de evitar que se convirtiera en un epicentro del descontento, y le amenazaron con enterrar a su hijo en el terreno de la cárcel si se negaba.

Camino por el desierto

El poder ruso al final dio su brazo a torcer y cedió los restos mortales de Navalni a su familia el pasado sábado. Los más próximos al disidente aseguran que les costó poder encontrar una funeraria que les ofreciera sus servicios. Según la portavoz de Navalni, muchas empresas rechazaban el encargo cuando escuchaban el apellido, incluso una de ellas les confirmó que tenían vetado trabajar con la familia del disidente. Aunque inicialmente querían enterrarle el jueves, debieron atrasarla porque ese día está previsto que comparezca Putin en la Asamblea Federal rusa.

Antes de poder darle un último adiós, los allegados sufrieron un período de incertidumbre durante el cuál no sabían cuándo podrían recibir los restos del disidente. A los pocos días del suceso, las autoridades dijeron que tendrían el cadáver dos semanas, aunque finalmente la familia pudo acceder al cuerpo y firmar su certificado de defunción a la semana de su muerte.

En 2020 Alekséi Navalni fue envenenado cuando regresaba de Siberia. A pesar de que estuvo al borde de la muerte, consiguió sobrevivir por el aterrizaje de emergencia del piloto y por el tratamiento que recibió de los médicos locales. Necesitó un tratamiento más extensivo y se trasladó a Alemania con permiso de las autoridades rusas. Estuvo en Berlín hasta 2021, cuando regresó a Rusia a pesar de que se temía lo peor en su regreso. Fue detenido en el mismo control de pasaportes en el aeropuerto de Moscú y no volvió a estar en libertad.