Guerra de Ucrania

Ucrania se atrinchera para frenar el empuje ruso y modernizar su Ejército

El Gobierno de Zelenski refuerza sus líneas de defensa para estabilizar el frente e impulsa la robotización para acotar las pérdidas humanas

Directo sobre la guerra entre Rusia y Ucrania: últimas noticias del conflicto

Soldados ucranianos contruyen una trinchera en la región de Kupiansk-Limán, en una imagen tomada el pasado 10 de febrero.

Soldados ucranianos contruyen una trinchera en la región de Kupiansk-Limán, en una imagen tomada el pasado 10 de febrero. / ANTONIO COTRIM / EFE

Marc Marginedas / Enviado especial

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Fue un amable traspaso de poderes, una necesaria muestra de unidad nacional en un país invadido, que atraviesa un momento bélico delicado frente a un poderoso enemigo y con recursos muy superiores. Tras meses de especulaciones sobre desavenencias, el general Valeri Zaluzhni, recién destituido por el presidente Volodímir Zelenski como comandante en jefe del Ejército de Ucrania, se fundió la semana pasada en un abrazo con su sucesor en el cargo, Oleksándr Syrskyi, en una ceremonia que tuvo lugar en Kiev y durante la cual recibió el título de Héroe de Ucrania, la más elevada distinción del Estado. Tras las victorias parciales de los primeros compases de la invasión, obligando a las tropas rusas a retirarse de amplias zonas ocupadas, las autoridades ucranianas encaran este tercer año de guerra con Rusia con objetivos mucho más modestos: reforzar las líneas de defensa, lograr estabilizar el frente y entrenar a sus soldados en el manejo de nuevas tecnologías que en el futuro les permitan superar la desventaja numérica inicial y, sobre todo, el empuje de una potencia invasora dispuesta a sacrificar sin reparo las vidas de sus soldados en pos de la victoria.

Uno de los más importantes objetivos de cara a 2024 es la construcción de "potentes defensas que impidan el movimiento del enemigo", confirma a EL PERIÓDICO Serhiy Zgurets, director de la consultoría de temas militares y portal informativo especializado Defense Express. El jefe del Estado no ha dejado de hacer especial énfasis en este aspecto en las últimas semanas, y durante una reciente rueda de prensa, incluso citó como ejemplo las fortificaciones construidas en las proximidades de Járkov, la segunda ciudad del país, a tan solo una sesentena de kilómetros de la Federación Rusa y asediada en los primeros compases de la guerra. "Cuando veo esto allí, pero no en otros 'oblasts' (regiones) hago preguntas concretas a los militares: ¿es suficiente?", clamó. El propio Ministerio de Defensa británico, en sus comunicados, ha constatado que "en las últimas semanas, Ucrania ha dedicado sus esfuerzos a mejorar las fortificaciones".

El presidente Zelenski, junto al relevado comandante del Ejército Zalushni, la semana pasada en Kiev

El presidente Zelenski, junto al relevado comandante del Ejército Zalushni, la semana pasada en Kiev / DPA

Con todo, los analistas no descartan que algunos lugares emblemáticos, como Adviivka, en el Donbás, o algunos territorios cercanos a Kupiansk (noreste), acaben cayendo en las próximas semanas o meses en manos de los invasores rusos, sin excesivo impacto en las líneas defensivas ucranianas. "Avdiivka tiene más importancia para nosotros que Bajmut", (la localidad escenario de la más sangrienta batalla hasta la fecha, NDR), admite Zgurets, quien no obstante, descarta que una eventual conquista por parte de las fuerzas rusas de este suburbio de Donetsk, otrora la capital regional del Donbás ucraniano, provoque un colapso del frente y la victoria del Kremlin.

Nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías, en particular "la robotización" de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en palabras de este experto militar, permitirán enviar al frente a ingenios dirigidos a distancia a realizar las misiones más peligrosas, como el desminado o incluso el asalto de posiciones enemigas, limitando la pérdida de vidas humanas. En su primera declaración en la red social Telegram, el nuevo líder militar ucraniano subrayó con especial énfasis la importancia de la moderna tecnología ante un enemigo con mayores capacidades de movilización de soldados, al tiempo que destacó la importancia de preservar las vidas de los militares de su país. "Solamente los cambios y las continuas mejoras en los métodos y las formas de llevar a cabo la guerra nos permitirán tener éxito", destacó, antes de enfatizar que "la vida y la salud" de los soldados son "el valor primario del Ejército ucraniano". En octubre, el ministro de Transformación Digital, Mijailo Fedorov, anunció el desarrollo, por parte de ingenieros ucranianos, de Liut (Furia en ucraniano), un robot de combate dotado de una ametralladora, una cámara con visión de 360º grados y un armazón blindado que le protege del fuego de armas ligeras y escombros.

La presión de la opinión pública está creando en Ucrania una cultura del valor de la vida humana, en completa ruptura con la supeditación del individuo al Estado imperante durante la era soviética y que el Kremlin está reviviendo en esta guerra con sus propios militares, dadas las elevadas cifras no oficiales de soldados rusos caídos en los frentes de Ucrania. Aunque, a juzgar por las opiniones recabadas en la calle por este diario durante estos días, parece mantenerse el consenso de que Ucrania debe seguir adelante con la guerra y no negociar desde una posición de debilidad como la actual, los ciudadanos exigen con fuerza a sus autoridades que hagan todo lo necesario para limitar las muertes. "Negociar ahora sería rendirse; hemos llegado hasta aquí y mire la cantidad de gente que ha muerto", explica Alina, de 32 años y originaria de Jersón, señalando el enorme parterre junto a la plaza de la Independencia donde los kievitas han plantado miles de banderas nacionales en honor a los caídos en el campo de batalla. Esta mujer, que prefiere no desvelar su apellido al tener a su madre y abuela aún residiendo en zona ocupada, se muestra de acuerdo con la visión imperante entre el estamento político y militar de que, en el momento actual, lo mejor es atrincherarse y esperar. "Nuestro Ejército es pequeño en comparación con el suyo", admite.

En los meses a venir, Ucrania también deberá digerir los importantes cambios en la cúpula militar que ha impuesto el jefe del Estado con la arriesgada destitución de Zaluzhni, uno de los relevos "más numerosos" realizados por Ejército alguno en tiempos de guerra, valora el experto Zgurets. Un total de 17 generales y altos oficiales han sido sustituidos en sus cargos, lo que "indudablemente genera preguntas". "Los nuevos oficiales pueden ser efectivos, pero esto requerirá también tiempo", concluye el analista.

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