Conflicto en Oriente Próximo

Israelís y palestinos aguantan la respiración a la espera de un alto el fuego

El 70% de los muertos en la guerra de Gaza son mujeres y niños

Directo | Última hora de la guerra de Israel y Hamás en Gaza

El Ejército israelí anuncia la destrucción del cuartel general de Hamás en Jan Yunis.

El Ejército israelí anuncia la destrucción del cuartel general de Hamás en Jan Yunis. / EFE

Andrea López-Tomàs

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Dos territorios enfrentados aguantan la respiración a la vez. Durante una jornada infinita, israelíes y palestinos se han mantenido pendientes de si, finalmente, después de 121 días de guerra, habría un alto el fuego que pudiera detener los combates en la Franja de Gaza, retornar a los rehenes israelíes y permitir la entrada de ayuda humanitaria. Por el momento, no ha podido ser. Las declaraciones del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, han seguido alejando la posibilidad de que tenga lugar una tregua, mientras el grupo palestino Hamás mantiene al mundo en vilo antes de confirmar oficialmente si aceptan o no la propuesta israelí. En el enclave palestino, los bombardeos no han cesado con las tropas israelíes alcanzando Rafah, la ciudad fronteriza con Egipto.

Netanyahu ha sido claro. “No aceptaremos todos los acuerdos y no a cualquier precio”, ha dicho al inicio del encuentro del gobierno en un comunicado difundido por su oficina. “Los esfuerzos para liberar a los rehenes continúan en todo momento”, ha aclarado, a la vez que ha vuelto a recordar que “el gol esencial, el primero de todos, es eliminar a Hamás”. Aunque ha agradecido toda la ayuda brindada por su principal aliado, Estados Unidos, desde el inicio de la guerra, ha señalado que “como Estado soberano que lucha por su existencia y su futuro, tomamos nuestras propias decisiones, incluso en aquellos casos en los que no hay acuerdo con nuestros amigos estadounidenses”. También se ha encargado de apuntar que no aceptaran el reclamo de Hamás de liberar a miles de presos palestinos a cambio de los 136 rehenes, vivos y muertos, aún en su poder.

Oposición del ala dura del gobierno

Son importantes detalles como estos los que encallan las negociaciones. Netanyahu ha insistido que, en un hipotético intercambio de rehenes israelíes por reos palestinos, la ratio tendría que ser la misma que se aplicó durante la tregua de finales de noviembre: tres excarcelaciones por cada liberación. Pero el primer ministro no está solo en su negativa. La mayoría de sus aliados ultranacionalistas se oponen a cualquier concesión e, incluso, hace unos días el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, amenazó con hacer caer el Gobierno si Netanyahu accedía a retirar sus tropas de Gaza. En cambio, tanto los miembros más centristas del gobierno como los líderes militares se han mostrado más favorables a un alto el fuego, generando división entre los ministros del gabinete de guerra. 

Una semana después de que los mediadores qataríes, egipcios y estadounidenses se reunieran con Israel en París para concretar la tregua que detendría los ataques entre uno y dos meses, Hamás sigue sin dar una respuesta clara. “El movimiento aún no ha dado una respuesta y está llevando a cabo consultas finales con miembros de nuestro pueblo y sus facciones nacionales de manera que cumpla con el interés del pueblo palestino de detener la agresión, la reconstrucción y la liberación de los prisioneros”, ha indicado una fuente del grupo al canal 'Al Aqsa', cercano a él. El 'Times of Israel' informa de que es posible que Hamás descarte un acuerdo de intercambio de rehenes si este no incluye un final claro de la guerra. Una fuente afiliada al gobierno de Qatar ha declarado a 'Al Araby' que EEUU intenta convencer a Hamás, cuya principal prioridad es la ayuda humanitaria y el tratamiento de los heridos, de que reanudar los combates será difícil para Israel después de una pausa.

"No está a la vuelta de la esquina"

Desde Estados Unidos, el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, ha alertado de que el alto el fuego no está “a la vuelta de la esquina”. “En última instancia, este tipo de negociaciones se desarrollan de forma algo lenta hasta que se desarrollan muy rápidamente; por eso es difícil establecer un cronograma preciso sobre cuándo podría concretarse algo o, francamente, si algo podría concretarse”, ha dicho Sullivan al canal ABC. Mientras aguardan a la respuesta de Hamás, los palestinos han podido presenciar las siguientes acciones de Israel contra UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas dedicada a los refugiados palestinos, después de acusar a algunos de sus miembros de participar en el asalto del 7 de octubre. El banco israelí Bank Luemi ha informado a la agencia que está bloqueando su cuenta bancaria debido a “sospechas tangibles de que está transfiriendo fondos a grupos terroristas en Gaza”.

Aún pendientes de su confirmación oficial, Hamás defiende que si no se termina la ofensiva militar en Gaza y se retiran las tropas israelíes es muy improbable que haya acuerdo. El grupo palestino ofrecería, según los informes publicados hasta ahora sobre el posible acuerdo, la liberación de los 136 rehenes que mantiene en cautividad, algunos ya muertos, durante un plazo de 142 días a cambio de la liberación de más de 100 presos palestinos por rehén. Mientras no llega el alto el fuego, decenas de miles de personas en la Franja de Gaza sufren las consecuencias de una guerra feroz como pocas en la historia reciente. Al menos 27.000 personas han muerto y dos millones, la totalidad de la población del enclave, languidecen por el bloqueo al acceso de ayuda humanitaria y el asedio total impuesto por Israel durante cuatro meses.

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