Guerra en Gaza

La diplomacia china se multiplica para mediar en el conflicto de Oriente Próximo

Guerra de Israel en directo: última hora sobre la ayuda humanitaria a Gaza, nuevos ataques y reacciones

Hamas vs Israel. 15 días de conflicto

Israel, origen y evolución del país de la paz imposible

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el vicepresidente chino Wang Yi.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el vicepresidente chino Wang Yi. / Julia Nikhinson / AFP

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Telefoneó este lunes a sus homólogos israelí y palestino y a finales de semana se reunirá con el estadounidense. El frenesí de Wang Yi, ministro de Exteriores chino, apuntala el nuevo rol de pacificador global que pretende Pekín y no hay asunto más urgente que el de Oriente Próximo. El enviado especial chino, Zhai Jun, está en la zona para "promover el diálogo, conseguir un alto el fuego y restablecer la paz". No son probables los resultados porque, ya sea en Ucrania o en Oriente Próximo, la destreza del mediador pesa menos que la intención de las partes y no parece que esté Tel Aviv por la labor.

Wang y Eli Cohen, ministro de Exteriores israelí, no habían hablado desde el ataque de Hamás que generó la peor crisis en décadas en la región. La transcripción de la prensa oficial china revela que el primero trasladó su "profunda preocupación" por la sostenida escalada del conflicto y su "gran tristeza" por el alto número de víctimas civiles. Su seguridad, añadió, es una prioridad. Más de 5.000 muertos en Gaza han provocado los bombardeos israelíes, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino. También le recordó Wang que es el momento de que las grandes potencias adopten un rol constructivo e imparcial.

No va el mensaje para Israel sino para Estados Unidos. Su reciente veto en el Consejo de Seguridad de la ONU a una propuesta que pedía el inmediato alto el fuego, argumentando que ignoraba el derecho de defensa israelí, ha generado un tsunami de críticas en China. Ese veto, denuncia el diario oficialista 'Global Times', "está manchado con la sangre de civiles inocentes". "No sólo ha violado la moral y la justicia más elementales sino que ha dañado la autoridad y credibilidad del Consejo de Seguridad, debilitando su habilidad y el propósito de la comunidad internacional de mantener la paz y seguridad", añade. El matutino recuerda que Washington fue la única disensión entre los 15 miembros y que incluso aliados como Francia y Japón la habían secundado.

"Profunda simpatía"

Wang le trasladó a Riyad al-Maliki, ministro de Exteriores palestino, la "profunda simpatía" por su causa. El político chino condenó los "ataques israelíes sobre hospitales y escuelas, que apuntan a civiles y violan la ley internacional, y subrayó la necesidad de "detener los asesinatos masivos y las políticas de desplazamientos", según WAFA, la agencia oficial de noticias palestina.

El jefe de la diplomacia china viajará a finales de semana a Washington. Están confirmadas sus reuniones con el secretario de Estado, Antony Blinken, y el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. La reciprocidad, después de que Blinken fuera atendido por Xi Jinping meses atrás en Pekín, sugiere que también se verá con Joe Biden. Será la visita china de más alto rango desde que las relaciones se torcieran con el presunto globo espía y, aunque los asuntos conflictivos se amontonan, es probable que Oriente Próximo protagonice la agenda. Washington pedirá a China que presione a Irán, con la que mantiene relaciones fluidas, para que no agrave el cuadro. La respuesta de Hizbulá, grupo militante libanés apoyado por Teherán, empujaría el conflicto a una dimensión fatal.

En Oriente Próximo, bajo la tradicional influencia estadounidense, profundiza China su creciente intervención en la gobernanza global. Meses atrás apadrinó el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, tercos rivales, y se ha propuesto como mediadora entre israelíes y palestinos. La crisis ha subrayado la brecha entre su política exterior y la estadounidense.

Washington incide en el ataque de Hamás y el derecho de defensa israelí mientras Pekín enfatiza los sufrimientos históricos de Palestina, defiende sus derechos territoriales y propone la vía de los dos estados como única vía hacia una paz duradera. "La nación judía ya no carece de hogar en el mundo, pero ¿cuándo lo tendrán los palestinos? La injusticia que sufren los palestinos se ha alargado durante medio siglo y el sufrimiento que han padecido varias generaciones no debe continuar", dijo Wang la semana pasada. No es extraño que la mediación que propone Pekín despierte más entusiasmo en Palestina que en Israel.