Visita de alto riesgo

Biden anuncia un acuerdo con Israel para permitir que entre ayuda humanitaria a Gaza desde Egipto

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Andrea López-Tomàs

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Israel ha ganado otra batalla. La visita del presidente de EEUU, Joe Biden, ha fortalecido al Estado hebreo y al Gobierno más derechista de la historia con el primer ministro, Binyamín Netanyahu, al frente. El mandatario estadounidense ha llegado este miércoles en medio de un reguero de sangre horas después del bombardeo sobre un hospital en la Franja de Gaza que ha provocado 471 muertos, según las autoridades palestinas. Biden no ha tardado en desplegar su apoyo a Israel y a Netanyahu, a pesar de que en 10 meses de gobierno del israelí no ha querido invitale a la Casa Blanca. Reunidos este miércoles en Tel Aviv, el presidente ha expresado sus deseos. "Quería estar aquí hoy por una sencilla razón: quiero que el pueblo de Israel, la gente del mundo sepa cuál es la postura de EEUU". Además, Biden ha anunciado un acuerdo con Israel para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja desde Egipto, algo a lo que Netanyahu se oponía hasta ahora. En un comunicado de su oficina, el israelí ha confirmado el acuerdo para la entrada de "comida, agua y medicinas para la población civil ubicada en el sur de la Franja de Gaza o los que estén desplazándose allí, mientras estos suministros no lleguen a Hamás".

"Quiero que sepáis que no estáis solos", le ha dicho Biden a Netanyahu. "Seguiremos respaldando a Israel mientras trabaja para defender a su pueblo", ha añadido el líder demócrata. También durante su visita de cinco horas, ha destacado que Hamás "ha cometido atrocidades malvadas que hacen que el Estado Islámico parezca algo racional" y ha asegurado que el grupo paramilitar "no representa a todo el pueblo" palestino. Pero tal vez lo más importante ha sido que Estados Unidos ha avalado la versión israelí del ataque sobre el hospital al Ahli. "En base a lo que he visto, parece que lo hizo el otro bando, pero hay mucha gente por ahí que no está segura, por lo que tenemos mucho por delante", ha explicado, dando credibilidad a lo dicho por el Ejército israelí de que la masacre se habría producido a causa de un "cohete fallido" de la Yihad Islámica Palestina. Biden ha señalado que basa sus afirmaciones en datos recopilados por el Pentágono.

Sin embargo, Biden también ha dejado la puerta abierta a una investigación sobre ese crimen que le ha dejado "profundamente entristecido e indignado". Durante el medio día que ha pasado en Israel, el líder estadounidense se ha reunido con el gabinete de guerra y con familias de los israelíes desaparecidos y secuestrados en Gaza. "Estados Unidos hará todo lo que esté a su alcance para traerlos a casa", ha dicho al abogado David Zalmanovich, uno de los fundadores del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas. Este grupo le ha pedido que presione a los líderes de Catar, Egipto y Turquía para que creen un corredor humanitario y permitan la rápida entrega de medicamentos a los rehenes, y a Hamás para lograr su liberación inmediata.

Protestas contra Israel

Mientras los dos mandatarios se reunían en la soleada Tel Aviv, el mundo árabe y musulmán seguía prendido en llamas. Después del ataque contra el hospital que las autoridades palestinas indican que ha sido culpa de Israel, miles de personas en las principales capitales árabes han tomado las calles y se han concentrado en frente de los edificios diplomáticos israelíes. La fractura de sus líderes con Biden ya se ha expresado horas antes cuando el rey Abdalá de Jordania ha cancelado la cumbre a la que el presidente estadounidense debía asistir junto al presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, y el de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, prevista para este miércoles. Con su viaje, el presidente estadounidense quería presentarse como un intermediario, pero los líderes de Jordania, Egipto y la AP le han dicho que no confían en su capacidad para poner fin a la violencia, que, según dicen, viola el derecho internacional.

A su vez, este distanciamiento se ha hecho más evidente con la visita del presidente Vladimir Putin a China. En la ceremonia de apertura del Foro de la Franja y la Ruta frente a dos docenas de líderes mundiales, el mandatario ruso ha elogiado la iniciativa emblemática de política exterior de su homólogo chino, Xi Jinping, porque "apunta a formar un mundo multipolar más justo". Ambas potencias han pedido un alto el fuego en la espiral del conflicto en Oriente Próximo y se han negado a condenar explícitamente a Hamás, lo que contrasta marcadamente con el apoyo a Israel por parte de EEUU y líderes de Europa.

Miedo a una guerra regional

Cada vez más, crecen los temores a una posible guerra regional a medida que la milicia libanesa Hizbulá intensifica su presencia en la frontera norte con Israel. El martes el Pentágono anunció que el Ejército de EEUU ha puesto a 2.000 soldados en alerta ante un eventual despliegue en respuesta a la posible escalada del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. En su encuentro con Biden, Netanyahu no ha tardado en agredecerle su "inequívoco apoyo". "He visto su apoyo cada día y la profundidad y amplitud de la cooperación que hemos mantenido desde el principio, un nivel de cooperación que realmente no tiene precedentes en la historia de la gran alianza entre nuestras dos naciones", ha afirmado en una comparecencia conjunta.

Mientras, en la Franja de Gaza, la ciudadanía aún trata de comprender lo que ocurrió en el hospital al Ahli. Horas después del ataque, los doctores del hospital y los representantes del Ministerio de Sanidad de Gaza han celebrado una rueda de prensa en el centro de la masacre, dejando una imagen que definirá el conflicto. Tras el atril, seis profesionales médicos denunciaban este crimen al mundo. A sus pies, varios hombres en cuclillas sujetaban en sus manos los cadáveres de niños y bebés. La cámara se alejaba para mostrar un manto blanco e inacabable de cuerpos que rodeaban el atril. Ajeno a las presiones internacionales para iniciar la desescalada, Israel ha renovado este miércoles sus llamamientos a la población del norte del enclave para que evacuen al sur, ya que el Ejército ha advertido que pronto atacará fuertemente el área.