EEUU

La jueza prohíbe a Trump atacar a testigos y fiscales en el caso federal por las elecciones de 2020

Donald Trump, contra las cuerdas de la justicia

Archivo - El expresidente estadounidense Donald Trump

Archivo - El expresidente estadounidense Donald Trump / Jane Barlow/Pa Wire/Dpa - Archivo

Idoya Noain

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Mantener a raya los comentarios e insultos de Donald Trump se ha mostrado hasta ahora misión casi imposible pero es lo que pretende la jueza Tanya Chutkan, que preside el juicio federal contra el expresidente por sus esfuerzos para revertir los resultados legales de las presidenciales del 2020 y su papel en el asalto al Capitolio. Este lunes en Washington la magistrada ha impuesto una orden de silencio limitada a Trump, prohibiéndole atacar públicamente a potenciales testigos, fiscales y personal del juzgado en el caso. Lo que no ha detallado, y es importante, es qué pasará si la incumple.

La decisión de Chutkan es especialmente relevante y compleja dado que Trump, además de expresidente imputado, es candidato para 2024, favorito entre los republicanos para hacerse con la nominación. Tanto él como sus abogados aseguran que cualquier limitación a sus palabras representa una afrenta a la libertad de expresión y una injerencia política, han denunciado que se intenta “amordazar” a Tump durante su campaña y que se trata de una “orden de censura”.

La jueza, que ha adoptado su decisión tras una vista de casi dos horas, ha dejado claro en esa sesión que su prioridad es proteger a testigos y otros actores y garantizar la integridad del proceso, donde está previsto que el juicio arranque el 4 de marzo, víspera del “supermartes”, cuando 15 estados votan en primarias. “Este juicio no se someterá al ciclo electoral”, ha dicho la magistrada en un momento de la vista.

La petición y la decisión

El fiscal especial Jack Smith presentó a principios de septiembre una petición urgiendo a limitar los comentarios “insultantes, incendiarios o intimidatorios” qué podía decir Trump. Tras un intento fallido del equipo de abogados del expresidente de frenar esa petición, y de lograr la recusación de Chutkan, el equipo de la fiscalía presentó a finales del mes pasado una segunda petición aún más detallada, donde se expusieron algunos de los comentarios que Trump había realizado contra personas involucradas en el juicio.

Se citó, por ejemplo, un mensaje que colgó en su red social sugiriendo que el general Mark Milley, que fue Jefe del Estado Mayor de la Defensa durante su mandato, debía ser ejecutado, o críticas a Mike Pence, que fue su vicepresidente y se negó a participar en la trama con que se buscó impedir la certificación de la victoria electoral de Biden, al que acusó de pasarse “al lado oscuro”. También se incluyeron ataques al que fue su fiscal general, Bill Barr, o al secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger (al que presionó para revertir los resultados en ese estado, objeto de otro de los casos por los que está imputado).

Según el dictamen de la jueza Chutkan este lunes, Trump puede seguir atacando a la Administración de Joe Biden y al Departamento de Justicia y expresar su opinión de que hay una motivación política tras su imputación. Lo que no puede es atacar al fiscal especial Smith, a su equipo o a su familia, ni a personal del tribunal o a testigos. En el pasado Trump ha llamado “desquiciado” a Smith y ha tildado a su equipo de fiscales de “banda de criminales”.

Chutkan no ha dicho nada de los ataques referidos a ella misma, a la que Trump ha denostado en el pasado como “una radical plantada por (Barack) Obama” y un “fraude”. Y uno de los argumentos que había dado la fiscalía buscando la orden restrictiva era precisamente el arresto y la imputación de una mujer de Tejas, que profirió amenazas de muerte contra la magistrada, que es negra. “Si Trump no es elegido en 2024 vamos a matarte”, dijo la mujer en un mensaje.

Trump también puede seguir atacando a Pence, que es uno de sus rivales por la nominación republicana, pero según la orden de Chutkan esos ataques no pueden referirse al papel que Pence jugó en los acontecimientos vinculados al caso.

Dudas sobre la aplicación

Lo que la magistrada no ha detallado es qué hará si Trump incumple la orden, estipulando solo que valorará las consecuencias si se produce ese incumplimiento y cuando suceda. Queda así en el aire si será multado o si podría llegar a ser encarcelado, una posibilidad que representaría una auténtica bomba política.

Trump ya está sujeto a otra orden que limita lo que puede decir en el caso civil que enfrenta en Nueva York, donde se le impuso una restricción aún más específica después de que criticara públicamente a una empleada del tribunal.