Propuesta de hoja de ruta para una tregua en Sudán

El líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), Mohamed Hamdan Dagalo, ha presentado este domingo una hoja de ruta para lograr una "solución política integral" que ponga fin al conflicto en Sudán y establezca los cimientos para la creación de un nuevo Estado federal donde impere una "paz sostenible". Dagalo, alias Hemedti, dijo en X (antes Twitter) que la guerra iniciada el pasado 15 de abril en Sudán entre las FAR y el Ejército es "un reflejo" de una crisis que el país lleva arrastrando durante décadas y que debe abordarse "desde las raíces".

Para ello, indicó que es necesario establecer un alto el fuego "a largo plazo" que derive en "una solución política integral que aborde las causas profundas de las guerras en Sudán" y "restablezca los derechos, una transición democrática pacífica, la paz sostenible y la implementación de justicia de transición".

"La guerra del 15 de abril debería ser la que ponga fin a todas las guerras en Sudán", indicó Hemedti, que añadió que la unidad del país ha sido históricamente difícil de conseguir debido a la "multiplicidad" de etnias y tribus existentes.

Por ello, propuso la creación de un Estado federal en el que las diferentes regiones puedan "gestionar sus asuntos económicos, políticos, sociales y culturales" y dotar de "poderes" a las comunidades locales.

Transición democrática

También instó a "involucrar a la mayor y más amplia base política y social posible" para llevar a cabo una "transición democrática" en Sudán, pero excluyó de participar a los simpatizantes del régimen del exdictador Omar al Bashir, derrocado en una oleada de protestas en 2019.

También excluyó al Ejército, puesto que las FAR alegan que forman parte de la estructura heredada de Al Bashir.

Asimismo, puso especial foco en "la necesidad de construir un nuevo Ejército" a partir de "los muchos ejércitos existentes" con el objetivo de aunar la fuerza militar y prevenir la proliferación de grupos armados.

Precisamente, las FAR se rebelaron contra el Ejército el 15 de abril por desacuerdos sobre cómo llevar esa unificación militar, puesto que tanto Al Burhan como Hemedti querían liderar la nueva institución.

Sin embargo, Hemedti apuntó en su comunicado que el proceso debería llevarse a cabo teniendo en cuenta "las experiencias regionales e internacionales en las que se construyeron nuevos ejércitos con estas especificaciones, estándares y bases".

Finalmente, resaltó la necesidad de que las "regiones marginadas", especialmente el oeste de Sudán, gocen de "una representación justa" puesto que "han sufrido mucho y durante mucho tiempo el flagelo en las guerras", como es el caso de Darfur, escenario de un conflicto étnico que entre 2003 y 2008 segó más de 300.000 vidas, según la ONU.