Cumbre Rusia-África

Putin promete regalar grano a seis países africanos

El jefe de Wagner vuelve a San Petersburgo durante la cumbre Rusia-África que el presidente ruso preside

Putin quiere ganar aliados a través de la cumbre Rusia-África

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Àlex Bustos

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En la misma ciudad natal del presidente ruso, Vladímir Putin recibió a 17 líderes africanos y 49 delegaciones en un intento de fomentar el multipolarismo y establecer puentes diplomáticos con países que no le han dado la espalda. El líder ruso aprovechó la cita para ofrecer grano gratuito a seis países africanos: Somalia, Mali, Burkina Faso, Zimbabue, República Centroafricana y Eritrea.

"En los próximos meses seremos capaces de distribuir entre 25.000 y 50.000 toneladas de grano" a estos estados africanos, aseveró Putin. La suspensión del acuerdo de exportación de grano ucraniano perjudicó a países de diferentes partes del mundo, entre ellos los del mismo continente africano. Entre los estados que participaron en el encuentro hay algunos de los pesos pesados de África como Egipto, Sudáfrica –asistió el mismo presidente Cyril Ramaphosa- y Etiopía. Sin embargo, hubo ausencias destacadas, como las de la República Democrática del Congo, Kenya y Nigeria.

El tema más candente del encuentro era el comercio, tal y como expresaban los mismos representantes africanos: "Hemos acordado interactuar en una serie de ámbitos, como el progreso digital, la cooperación en la exploración espacial y el intercambio de experiencias entre nuestros pueblos", apuntó la ministra de Exteriores sudafricana Naledi Pandor. "Además, tenemos previsto centrarnos mucho más y dar prioridad a las cuestiones comerciales", añadió la ministra.

Putin apuntó que en 2022 el comercio entre África y Rusia alcanzó los 18.000 millones de dólares, algo que el mismo líder ruso atribuyó a "la cumbre Rusia-África de Sochi" de 2019.

Romper el aislamiento

El encuentro sirvió al oficialismo ruso para sacar pecho de las relaciones que aún mantiene con estados que no ha declarado como “hostiles” como los de la Unión Europea y los Estados Unidos, entre otros países occidentales. Sin embargo, en 2019 el evento reunió hasta a 43 jefes de Estado, nada que ver con los 17 de esta ocasión. Los países africanos desde los tiempos soviéticos han mantenido buenas relaciones con Rusia, país que ven como un "libertador" por el apoyo que dio a las antiguas colonias para independizarse, y a día de hoy la mayoría prefieren mantenerse neutrales en la guerra con Ucrania.

Otro de los temas candentes de la cita era la seguridad, especialmente en lo que refiere al grupo de mercenarios Wagner, al que han recurrido tanto estados como señores de la guerra de África, siendo el ejemplo más paradigmático la República Centroafricana. En el mismo encuentro ha reaparecido el jefe de los mercenarios, Yevgeni Prigozhin.

Regreso a casa

En su primera aparición pública desde su intento de rebelión, el conocido como "cocinero de Putin" se reunió con algunos de los líderes africanos con los que mantiene buenas relaciones, como los de Mali y República Centroafricana, además del de Níger, que vive un golpe de estado de corte prorruso. Estos tres países, tal y como hizo también Sudán, están situados en el centro de África, viraron hacia Moscú y son los mayores partidarios del Kremlin en el continente, algo que puede extenderse a otros países. El descrédito de las expotencias coloniales como Francia ha alimentado este rechazo a Occidente y el acercamiento a Rusia.

Wagner ha actuado también en países como Mozambique y Libia, y se sospecha que ha tenido presencia en otros como la República Democrática del Congo, Sudán, Madagascar y Angola y se ha acusado a los hombres de Prigozhin de vulnerar derechos humanos, como decapitar a un prisionero en Libia o asesinar a civiles a sangre fría en República Centroafricana.