Así actúa Wagner en África: apropiación de recursos, compra de manifestantes y entrenamiento para mutilar opositores

Se trata de una transacción brutal, sin lisonjas o paños calientes. El Gobierno africano de turno recibe protección y garantías de seguridad, y la milicia mercenaria fundada por Yevgueni Prigozhin se apropia de los recursos que le interesan, en la mayoría de los casos yacimientos mineros, que explota mediante sociedades pantallas y comercia libremente, sin ningún tipo de supervisión estatal. Los métodos para apuntalar dicho intercambio son eficaces y expeditivos: por un lado la propaganda, con compra de manifestantes y periodistas incluida, y por otro el terror indiscriminado, con gravísimas acusaciones de atrocidades y hasta mutilaciones cuando las poblaciones locales ofrecen resistencia y no aceptan los términos del pacto.

Éste es, en pocas palabras, el guión con el que actúa el grupo Wagner en aquellos Estados africanos donde se ido ha implantado en los últimos años, indican los expertos en el continente. Y a medida que la milicia mercenaria con sede en San Petersburgo va extendiendo su influencia, crece la inquietud entre las cancillerías africanas y occidentales y los analistas, que demandan afrontar el fenómeno mediante "un enfoque global, una coalición de países occidentales y africanos que consideren que Wagner es una amenaza para la estabilidad mundial y para un modelo de sociedad determinado", explica Natalia Dukhan, investigadora senior en The Sentry, una web de investigación especializada en grupos transnacionales depredadores de recursos. "Wagner se comporta como una organización criminal internacional y ha sido declarada como tal por el Gobierno de EEUU; pese a ello sigue expandiéndose y tiene detrás al Estado ruso; es un problema mundial y hay que afrontarlo con mayor asertividad", sentencia la experta.

Wagner llegó hace cinco años a la República Centroafricana (RCA), un país sacudido en los últimos dos decenios por multitud de crisis, asonadas y guerras civiles sin perspectivas de final. "Sin una solución a la vista, Rusia ofreció al presidente de RCA, Faustin-Archange Touadéra, una alternativa en la forma de apoyo diplomático y asistencia política via Wagner; lo que resultó fue una campaña de terror", afirma con rotundidad el informe Arquitectos del Terror, elaborado por el equipo de investigadores de The Sentry.

Campaña de propaganda

Su aterrizaje en el centro geográfico del continente africano vino precedido por una intensa campaña de propaganda que además guarda numerosas similitudes con escenas vistas durante las últimas semanas en Niamey, la capital de Níger, donde se ha acaba de producir un golpe de Estado entre sospechas de haber sido instigado por Rusia y cuyos cabecillas, nada más hacerse con el poder, han demandado la ayuda de Wagner. "La propaganda intenta mostrar a Rusia como un héroe que viene a arreglar el país, y se articula a través de manifestaciones que financian los propios rusos; no pagan directamente a los manifestantes, pagan a las redes alrededor del presidente; (los rusos) piden una manifestación de 1.000 personas, y proporcionan las banderas rusas, los carteles y hasta los eslóganes; se llega a pagar (en RCA) 25.000 dólares por organizar una manifestación", denuncia Dukhan. "Después, movilizan a la prensa en la capital para dar la imagen de que la gente está harta de Occidente, en particular a Radio Lengo Sengo, una emisora local financiada por Wagner", continúa.

La táctica se transforma en terror en cuanto se sale de la capital, donde no existe apenas electricidad o infraestructuras, un territorio fuera del alcance de los periodistas. En particular en los aledaños de sus instalaciones mineras, en el este y oeste del país, concentradas sobre todo en la extracción de oro y, en menor medida, de diamantes, donde establecen bases militares e infraestructura. En estos lugares, según han documentado varios informes elaborados por la ONU, no han tenido contemplaciones con aquellas poblaciones opuestas a su presencia, llegando a cometer graves atrocidades. "Es imposible saber el número de muertos, pero como mínimo hablamos de miles; lo 'limpian' todo, utilizando su vocabulario (en ruso, zachistka, una práctica empleada con profusión durante la guerra de Chechenia en los 90, NDR). "Hacen desaparecer 20 personas por aquí, 30 por allá, y lo peor es que crean en esas regiones unas condiciones de vida que imposibilitan la supervivencia", condena Dukhan.

Penetración en el Estado

En los últimos tiempos, la penetración de Wagner en las estructuras del Estado se ha ido profundizando, y ha incluido el reclutamiento y entrenamiento de militares destinados a las Fuerzas Armadas Centroafricanas (FACA) evitando los procedimientos establecidos por la ONU, unos soldados que muy probablemente se podrían convertir en un Ejército paralelo destinado a defender al jefe del Estado en caso de necesidad. De acuerdo con los autores del informe Arquitectos del Terror, que han entrevistado bajo anonimato a decenas de miembros de los cuerpos de seguridad, los instructores de Wagner "realizaron entrenamientos de uno a seis meses de duración, que incluyen entrenamiento con armas, lucha cuerpo a cuerpo, espionaje, interrogatorios, y técnicas de tortura". "Para obtener información sensible, algunos soldados entrenados explicaron que se les enseñó cómo cortar manos, dedos, piernas; extraer uñas, utilizar cuchillos para cortar carne humana, estrangular, lanzar combustible y quemar gente viva, u organizar secuestros", reza el texto.

La presencia de Wagner en Mali es mucho más reciente que en RCA, remontándose a finales del año 2021. Pero el patrón de comportamiento es el mismo y las denuncias de atrocidades cometidas en Centroáfrica se han reproducido pese al corto lapso de tiempo transcurrido, de acuerdo con un informe elaborado por All Eyes in Wagner, un proyecto de investigación sobre la controvertida milicia rusa. Beatriz Mesa investigadora española experta en el país, corrobora dicha versión: "Desde el punto de vista de los derechos humanos la situación es mucho peor en comparación con la existente durante la operación Barkhane", el despliegue militar francés en 2013 para frenar la expansión de los grupos armados yihadistas en el país. "Están cometiendo graves atrocidades contra la enia Peul, apoyándose en otra etnia, los Dogon", explica Mesa. La ONU, ante el deterioro de la situación de seguridad, ha ordenado la retirada de sus contingentes militares, unas bases en las que se van instalando los mercenarios rusos.

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