A 11 días de los comicios

El asesinato de un candidato en Ecuador pone en evidencia la espiral de violencia que devora al país

La campaña electoral de Ecuador se "bukeliza" ante la creciente violencia

Qué pasa en Ecuador, un narcoestado en potencia

Un ciclista pasa junto al polideportivo en el que el candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio dio su último mitin antes de ser asesinado, este jueves en Quito.

Un ciclista pasa junto al polideportivo en el que el candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio dio su último mitin antes de ser asesinado, este jueves en Quito. / RODRIGO BUENDIA / AFP

Abel Gilbert

Abel Gilbert

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El tiroteo que terminó este miércoles (madrugada del jueves en España) con la vida del candidato a presidente de Ecuador Fernando Villavicencio tras un mitin, a tan solo 11 días de las elecciones anticipadas, ha provocado un estupor y un estremecimiento de proyecciones ominosas. El mandatario Guillermo Lasso decretó el estado de excepción en todo el país. Ya regía en tres regiones por problemas de violencia. Lasso a su vez movilizó a las Fuerzas Armadas en todo el territorio para "garantizar" la "tranquilidad" y los comicios. "El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley". El letal atentado obligó a suspender la campaña de todos los participantes. En el aire flota la sensación de un quiebre profundo. "Ecuador se ha convertido en un Estado fallido", dijo desde su exilio Rafael Correa. Su candidata, primera en las encuestas, Luisa González, se sumó a la ola de indignación. "¡Este vil acto no quedará en la impunidad!".

En su editorial, el diario El Universo, de Guayaquil, señaló que las balas no solo apagaron la vida de Villavicencio sino que pusieron al desnudo la impotencia estatal frente al crecimiento de la delincuencia relacionada con el narcotráfico. "¿Qué va a pasar en el país?, ¿quién responde por este nuevo crimen? Demasiadas preguntas sin respuesta".

Villavicencio encabezaba la lista de Movimiento Construye. "Es tiempo de valientes", era su consigna, completamente asociada a la crisis de seguridad del país. Sus posibilidades electorales no eran grandes, según los sondeos que dan el primer lugar a González. Desde hacía días hablaba de los peligros que se cernían a su alrededor. Y es eso lo que lleva a El Universo a considerar "inaudita" la actitud de las autoridades de Gobierno, no solo teniendo en cuenta las afinidades políticas de la víctima con Lasso sino la certeza pública de que había sido amenazado. "Las mafias que mataron a Fernando Villavicencio buscan sembrar el terror en el país. Las respuestas no pueden ser tibias, los ciudadanos no están pidiendo contundencia, la exigen, la gritan".

El atentado se registró después de realizar una actividad electoral en una zona de la capital. Los ecuatorianos oscilaron entre la incredulidad y la confirmación de sus temores. Semanas atrás había sido asesinado el alcalde de Manta, Agustín Intriago. Ese episodio supuso un punto de corte respecto de las tradiciones de ese país: se introdujo el crimen de los políticos como variante. Varios candidatos y legisladores reclamaron seguridad personal. Otros la estimaron innecesaria, bajo la creencia que lo que le había ocurrido a Intriago era una excepción y no una regla por venir. El 17 de julio murió por motivos similares el candidato a asambleísta por la región de Esmeraldas, Rider Sánchez Valencia. Dos crímenes ya dejaban de ser percibidos como una mera casualidad en Ecuador, donde comienza a utilizarse de modo cada vez más extendida de la palabra "narcoestado". Por estas horas, la muerte de Villavicencio obliga a la clase política a repensar la hondura de los problemas que se avecinan.

La sombra de los carteles mexicanos

Lasso no dudó en ese sentido de calificar de "político" al asesinato. "No dudamos de que sea un intento de sabotear el proceso electoral". Recordó al respecto las propias denuncias de Villavicencio sobre intimidaciones provenientes de bandas criminales relacionadas con el cártel de Sinaloa. El presidente informó en la noche del miércoles de la detención de seis personas presuntamente involucradas con el atentado, de origen colombiano. Las autoridades precisaron este jueves que dos de ellas tenían antecedentes criminales.

Experiodista y exdirigente sindical, el candidato asesinado había sido integrante de la Asamblea hasta su disolución, decretada por Lasso para evitar una moción de censura. Había impulsado decenas de investigaciones sobre hechos de corrupción. Cuando encabezaba la Comisión de Fiscalización formada para llevar adelante el juicio político del mandatario había emitido un informe en favor de su inocencia frente a las denuncias de corrupción que enfrentaba.

A pesar de las afinidades que tenía con Lasso, el candidato de Movimiento Construye era crítico de la política de seguridad del Gobierno de derechas, al punto de sembrar la sospecha sobre la eficacia de las fuerzas de seguridad. "La Policía sabe dónde están las guaridas de los delincuentes, de los narcotraficantes, de la minería ilegal, de los delincuentes de cuello blanco".

En su actividad proselitista insistía en la necesidad de un giro radical en el abordaje de la cuestión de la seguridad. Pocos días antes del atentado hizo públicas las amenazas que venía recibiendo. Señaló entonces que provenían de Los Choneros, una de las bandas narcotraficantes que comenzó sus actividades en la ciudad portuaria de Manta y, según los conocedores, es un ariete del cártel de Sinaloa en Ecuador que, a sangre y fuego, disputa el control de los territorios y las prisiones con otras bandas como Los Lobos, Tiguerones y Chone Killers, a su vez conectadas con otro cartel mexicano, el Jalisco Nueva Generación.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reclamó prudencia "porque no hay elementos" para hablar sobre el cartel de Sinaloa. "Son, si acaso, hipótesis y pueden ser hasta conjeturas, no hay que olvidar que siempre, y más en tiempos electorales, se inventan cosas”.

Vídeo sospechoso

Este jueves comenzó a circular en las redes sociales un vídeo con alrededor de 20 hombres encapuchados y armados que aseguran pertenecer a Los Lobos y se atribuyeron el asesinato de Villavicencio. La veracidad del material es objeto de discusión. Las suspicacias se basan en que Villavicencio había apuntado contra Los Choneros y su cabecilla, Adolfo "Fito" Macías . Los medios de prensa sostienen que esa banda cuenta con más de 8.000 miembros distribuidos en las prisiones del país. El grupo ha participado en varias sangrientas masacres carcelarias en Ecuador, que han dejado más de 459 reclusos muertos en 14 incidentes en los últimos dos años.

"Nuestro país se ha ido de las manos", dijo el candidato conservador, Otto Sonnenholzner. Yaku Pérez, del movimiento indigenista, reclamó un "gran acuerdo nacional" de todos los candidatos en materia de seguridad. "Nos quitaron a nuestro presidente valiente. Estoy destrozada. Ecuador no merece perderte así", escribió en las redes sociales Andrea González Nader, su compañera de binomio electoral. La campaña debe seguir en condiciones impensadas, Lasso mantiene la fecha de los comicios del 20 de agosto. La Misión de Observación Electoral de la OEA pidió a todos los competidores que refuercen sus medidas de vigilancia y que las autoridades brinden el apoyo necesario para garantizarlas.