Disolución del Parlamento

¿Qué está pasando en Ecuador? 5 claves de la crisis política

El presidente de Ecuador disuelve el Parlamento en pleno juicio político en su contra

 

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso / PRESIDENCIA DE ECUADOR

Abel Gilbert

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La decisión de Guillermo Lasso de disolver la legislatura y gobernar por decreto hasta que se celebren nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales es un nuevo capítulo de una crisis generalizada que sacude a Ecuador desde hace años. El exbanquero asumió el poder el 24 de mayo de 2021 y nunca pudo encauzar la situación heredada de Lenin Moreno. Su Gobierno de derechas se encontraba muy debilitado después de numerosas protestas tras perder una consulta popular y los comicios regionales de febrero pasado. Cinco claves explican el origen y la evolución de la crisis política ecuatoriana.

"Muerte cruzada", la disolución de la Asamblea Nacional

Los analistas coinciden en que el presidente dio un audaz paso adelante al vislumbrar que sería destituido por la Asamblea Nacional donde se le estaba sometiendo a un juicio político por malversación. Lasso debió intuir que los seguidores del exmandatario Rafael Correa y los socialcristianos se habían garantizado los votos suficientes para la moción de censura y que, si esta vez fracasaban, volverían en breve a intentar recorrer el mismo camino de la destitución. Una vez que obtuvo el respaldo de los militares y la policía hizo el anuncio de la disolución de la Cámara -figura que se conoce como "muerte cruzada"-, alegando la existencia de una "desestabilización de la democracia y el Estado". Las denuncias de corrupción con perjuicio estatal habían profundizado el aislamiento. La Corte Constitucional solo permitió que fuera juzgado en el Congreso por malversación de fondos. De esta manera, Lasso evitó enfrentar las denuncias más mediáticas que tienen que ver con los presuntos negocios con las empresas públicas que realizaba su cuñado, Danilo Carrera.

Próxima fecha electoral

La disolución de la Asamblea Nacional otorga al presidente atribuciones especiales mientras dure su gestión. Las autoridades electorales tienen tiempo hasta el 24 de mayo para establecer la fecha de los comicios. 

El Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá diseñar la hoja de ruta en medio de un ambiente muy caldeado e impredecible. Si se cumplieran todos los requisitos y la mayoría de los partidos terminaran por aceptar el nuevo calendario, los ecuatorianos tendrían que acudir a las urnas en un plazo no mayor de 90 días, y siempre y cuando la Corte Constitucional, de gran gravitación en esta crisis, acepte la "muerte cruzada". Ya se ha esbozado una fecha tentativa para los comicios, a fines de agosto.En caso de que eso suceda, los ganadores de las contiendas presidencial y parlamentarias deberían ejercer en sus cargos el tiempo restante que queda de la actual gestión de Lasso y la Asamblea Nacional, hasta mayo de 2025.

El peligro de gobernar por decreto

Lasso recibió el apoyo de Estados Unidos, México y Perú, pero Ecuador ha entrado en un túnel sin salida a la vista. Las fuerzas que intentaron echarlo, correístas y socialcristianos, tienen intereses encontrados más allá de una aversión común hacia el exbanquero. El movimiento indígena, el otro gran actor político en ese país, se prepara para enfrentar en la calle lo que califica de "un autogolpe". La posibilidad de Lasso de gobernar por decreto promete ser una fuente de alta conflictividad política. Andrés Arauz, el correísta que perdió en la segunda vuelta frente al actual presidente, dos años atrás, predijo que "viene un tiempo muy político muy convulso" por el intento del Gobierno de "imponer una agenda plutocrática". Y añadió lo que fue entendido como una llamada a dificultar estos meses de Lasso. "¿Vamos a darle más meses?", planteó. Los seguidores de Rafael Correa se sienten fortalecidos después de su victoria en las elecciones regionales. El expresidente calificó de inconstitucional la "muerte cruzada" pero la acepta gustoso porque supone que su partido puede volver al poder.

Los obstáculos de Lasso

El exbanquero ganó las elecciones porque se impuso en parte de la sociedad el rechazo a la figura de Correa. Apenas tomó las riendas del Estado comenzó a ser desafiado por el movimiento indígena y otras fuerzas sociales. Lasso salió airoso el año pasado de una tentativa de juicio político, pero nunca pudo enderezar su proyecto presidencial. A los ojos de los especialistas se mostró como un exponente más de un déficit estructural que recuerda el de 1999-2000, que llevó a la dolarización de la economía, todavía vigente. Las circunstancias internas tampoco favorecieron al Gobierno. Ecuador no ha podido recuperar los niveles de actividad anteriores a la pandemia. La pobreza es del 25%. La extrema pobreza ha pasado el año pasado del 8,9% a 10,7%. Una de las fuentes del consumo popular son las remesas que llegan de Estados Unidos, España y otros países europeos, y que en 2022 ascendieron a los 4783 millones de dólares.

El problema de la seguridad

Lasso prometió resolver el creciente problema de la seguridad urbana, amenazada por la irrupción inédita de bandas de narcotraficantes que se disputan a sangre y fuego los territorios. Para los ecuatorianos, el 2022 ha sido el año más violento de su historia. La Policía Nacional reportó 4.450 asesinatos y más de 332 feminicidios, más de la mitad a manos de la delincuencia organizada. La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes llega ya a 25,5, convirtiendo al país en el sexto más violento de la región. El estado de excepción no hizo más que agravar el problema, del mismo modo que la decisión de involucrar a las Fuerzas Armadas en el combate contra los narcos. La guerra entre organizaciones criminales se ha trasladado a las cárceles. Desde 2021, más de 420 reclusos han muerto en distintas masacres perpetradas en las instalaciones penitenciarias.

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